The Man They Could Not Hang (1939)



La entrada de hoy será más ligera para mí y espero que una sorpresa para vosotros porque hoy hablaremos de una película no muy conocida en el cine de terror.
Como ya recordareis en mi crítica de La MomiaBoris Karloff el mismo hombre que grabó la imagen del Monstruo de Frankenstein empezaba a repetir papeles que seguían su comportamiento mudo y arisco, dejando ver muy poco sus habilidades hasta que Karl Freund le dirigió en 1932 como Imhotep, en donde pudimos ver a Karloff en un rol que le permitiese hablar y actuar llegando no solo a hipnotizar y derrochar carisma al público, sino también mostrar una atracción por su increíble y suave voz, la forma en la que denota cada linea para darle un significado especial que se corresponda con las actitudes y el modo de ver el mundo que tengan sus personajes.



Es cierto que su rol del Monstruo es memorable y muchas escenas también dependen de su reacción, sus expresiones y el estilo de comunicación más primitivo que pueda haber en sus manos y sus ojos, pero incluso la Universal Pictures se dio cuenta de su actuación y su desenvoltura con sus compañeros y directores, y en 1936 con una de las mejores secuelas de todos los tiempos Karloff tuvo la oportunidad de hacer que el Monstruo hablase. Algo merecidamente alabado por la época.
También se empezaron a rivalizarlo comercialmente con su conocido compañero Bela Lugosi, mostrándolos en más de una ocasión en films de terror que merecen ser hablados en el blog como The Black Cat (1934) o The Raven (1935).



El caso es que Boris Karloff mantuvo una imagen y una inspiración como modelo en las películas de terror y aquí la imagen del científico loco la vistió repetidas veces.
De todas ellas he escogido The Man They Could Not Hang (1939) porque me parece la mejor de todas en su repertorio, (Sí, es mejor que Black Friday gente, asumidlo) a parte de que la trama puede llamar aún la atención al público contemporáneo lo creáis o no, pero eso lo ahondaremos luego, antes vamos con la historia:

Boris Karloff interpreta al Doctor Henryk Savaard, quien junto a su colega Lang (Byron Foulger) están a punto de alcanzar uno de los mayores logros médicos de todos los tiempos, la reanimación de los muertos.
Suena a película de zombies, pero la trama se centra más bien en el logro médico, una investigación altruista, y no para usarlo como un método cruel con fines oscuros, es más, uno de sus alumnos de medicina, Bobby, está dispuesto a ser el sujeto para probar el experimento conociendo completamente todos los riesgos y viéndolo desde el gran plano para salvar vidas en operaciones complicadas o accidentes trágicos.
Savaard y Lang tratan de inducirle en un estado de muerte, no necesariamente privándole de su vida (gracias a la anestesia) para comprobar este supuesto corazón artificial.
Pero entonces en el peor de los momentos la policía llega advertidos de la estúpida novia del joven y enfermera del doctor, Betty, deteniendo a Savaard y el experimento, básicamente matando al joven.
La película empieza bien y continua mejor, en pleno juicio para llevar a Savaard a la silla eléctrica, con su hija Janet (Lorna Gray) y su futuro novio destrozados por ello; pero como ávido y adelantado en su campo Savaard vuelve de la muerte, resentido por todos aquellos que acabaron con él y su investigación sin poder llegar a defenderse justamente, planeando su venganza con una ominosa invitación a todos los miembros del jurado, el juez como el fiscal y la novia ignorante, a una peculiar mansión llena de trampas de la que solo nos queda preguntarnos quién saldrá con vida de ella.



La introducción a Savaard en su laboratorio, el desarrollo del juicio y la agonizante llegada a la casa-trampa del final divide la película en 3 escenarios bien ejecutados y cargados con un dramatismo y montaje perfectamente organizados gracias al director Nick Grinde.
Hay un sentimiento de camaradería y legítima convicción en que lo que están haciendo será una gran oportunidad de ayuda para todos, por lo que no estoy de acuerdo con muchos críticos y fans cuando ven a Savaard como un personaje con un ego y falta de humanidad durante su juicio, ¡no, eso es más la interpretación de un personaje que ya lo ha perdido todo y ya lo han etiquetado de criminal sin poder llegar a explicar el procedimiento de lo que lo ha llevado a "matar al joven estudiante"!
Por no hablar de que su abogado en una parte le pide que explique la importancia que supondría para la medicina su experimento, y la forma y la convicción de sus palabras aunque roce lo poético y teatral habla de una forma altruista y bella, propio del semblante de Karloff.
Es más, Savaard y Lang desde el principio tratan una vez más de hacer entender a Bobby los riesgos a los que se va adentrar, y una vez que le inducen la anestesia le dice a su ayudante que no deben olvidar que están a punto de tomar una vida humana e inocente, y que si no pueden volver a restablecerla como esperan, la ley y ellos habrán cometido un asesinato.
Esto marca también futura culpabilidad de la que se aprovechan en el juicio, y nada de ciega convicción que le separe de alguien prepotente y loco. Gran diálogo para lo que va marcando la trama.




Existe mucha fé y está filmado  de una manera a lo James Whale en Frankenstein (1931); dicho sea de paso, viendo la película ahora para todos los médicos como estudiantes o cirujanos tal vez seáis capaces de entender el lado científico de su investigación. Parece ser que Savaard trabaja en esa reanimación con un supuesto corazón artificial para una operación que se ejecuta a corazón abierto, algo que en esta época era visto más como ciencia ficción, ¿cómo os quedáis?

Me encanta el amasijo de tubos y pipetas que usa como corazón, le da algo no solo complicadamente médico, sino también mágico como la alquimia y exagerado a la vez que difícil de comprender para nosotros, pero que es cristal por como trabaja rápidamente para poder mantener con vida al experimento.


La escena del juicio es increíble, no solo por la libertad que permiten a Boris Karloff moverse por la sala dando sus ultimas palabras a los que le condenan, un monólogo dirigido al jurado como al fiscal brillantemente escrito donde les culpa no solo de matarle sino también de mandar a matar al único hombre que podría haber salvado la vida del muchacho como la de muchas e incontables personas (Llega a compararse con Sócrates y debo decir que me sentí emocionalmente sorprendido por el parecido y la situación que  ambos recorren por lo que crédito a Savaard y al guión).
Es un monólogo y un soliloquio actuado con sumo cuidado y emocionalmente aplastante en la trama que nos alinea en su lado de las cosas. Es una pena que no haya encontrado ningún video porque si hubiese una escena que quisiera que vierais, con Karloff a tope en uno de sus mejores momentos, era esta, hacen que nos importe su situación porque de antemano ya asumimos que el experimento podría haber funcionado si no se hubiesen entrometido, y porque directamente ya lo catalogan de lunático por haberlo matado como el comisario hace, a quien le piden su opinión en el estrado, un tío que de medicina ni pío, pero lo asegura como si su palabra fuese la de un académico más. Imbécil.
Hay breves escenas del jurado tratando de separar lo sucedido como si Savaard debe ser juzgado por la muerte de Bobby, teniendo en cuenta que fue un experimento y su implicación y permiso en ello, por lo que Savaard no es mandado directamente a la silla, hay una legítima lucha de hasta donde la justicia debe meterse en esta tragedia y de si pueden culparle.
Hay transiciones de periódicos  que abarcan el proceso y los días del juicio, que no estoy seguro de si vienen de esta película o no, si alguien lo sabe por favor corregidme.

-Always remember I offered you life, and you gave me death!

Es difícil ver a Savaard y a su hija aquí, le insultan, el fiscal le usa como modelo de un asesino científico que si se libra inspirará a otros a salvarse de la cárcel, le representa en el juicio como el foco de lo que no debe ser permitido ni a existir, es básicamente injusto e inhumano y mi morbosidad de espectador desea verle vengarse de este tío como de la policía, pese a que nunca estaría del lado de ninguno.



¿Cómo burla Savaard su condena para vengarse de ellos? No lo hace, básicamente deja ejecutarse para luego confiar en su asistente, donando su cuerpo para el estudio y así volver del más oscuro estado que uno ha podido cruzar.



No hay connotación religiosa al respecto en la trama (pese a ser propio de los años '30), pero está el sacerdote que le visita para darle la extrema unción, al que Savaard educadamente intercambia con él sensatas respuestas diciendo que no es merecedor de ello.
No dice explicitamente que no crea o que no exista Dios, pero lo enlaza con el interés de demostrar lo explicable y lo científico y que nunca ha cruzado esos términos para determinar si es creyente o no.
Combinando esto con la tranquilidad y la aceptación a morir, en su laboratorio se puede ver 2 veces que uno de los contenedores químicos que sirve para esterilizar el material, lleva grabado un pentagrama... no sé que decir, James Rolfe ya comentó en su video que tal vez haya algo de interés con el demonio por su parte, pero eso os lo dejo a vuestro criterio.

+It seems strange in such a good spirit Doctor.
-Strange that I should have no fear of dying? Well I have lived so long questioning the unknown  that this plunge into it's depths is only the last and perhaps the greatest of my experiments.
+Have you no faith? -As a scientist I'm afraid I am a professional skeptic who doubts everything- even the certainties.
+But do you not recognize the great truths? -I never found one that would bear analysis.
+Can't you conceive of a truth too great for the human mind? -Tonight, no, but tomorrow I may know better!


Conseguido Savaard entra en un estado de "¡Tenia razón!" y pura locura, abrazando ya el concepto de científico loco para ahora vengarse de los miembros del jurado y demás personas.
Pasan los meses y misteriosamente la prensa se da cuenta que varios miembros del jurado empiezan a desaparecer y otros a ser ahorcados en sus hogares, lo que ya se implementa cierta intranquilidad que ya presentaban cuando escuchaban cada uno en la radio la muerte del doctor.
Loco pero inteligente (en un estilo como El Joker) logra encerrar a sus invitados o mejor dicho prisioneros en su particular casa de los horrores. La reacción de todos al verlo de vuelta es genial, Boris Karloff saca esa sonrisa pura de cabrón mientras los demás se quedan atónitos aceptándolo como una especie de broma de mal gusto.



Hasta ahora no me había fijada en su aspecto pero en esta película está extremadamente pálido, sin duda intencionado por los maquilladores para que destaque del resto, con ennegrecidas ojeras y el pelo canoso ante un vestuario oscuro. Denota irónicamente más vida y jovialidad al resucitar que cuando estaba vivo con su hija y todo yendo redondo en el principio, básicamente está disfrutando el torturar a sus invitados que del tiempo que le vimos sensato y cuerdo.
Esta actitud y deleite es vital, porque luego inspiraría al arquetipo de los villanos de James Bond, genios del mal que ponen al 007 entre la vida y la muerta como Blofeld o Goldfinger, pero también demostrará en un futuro ser responsable también de 2 figuras importantes en el propio genero del terror.
En el transcurso de la noche dos de las moscas más gordas caen y la forma en la que mueren vuelven a enlazar al genial Savaard con estos dos villanos.
El primero es Phibes, un trágico villano de los años 70 interpretado por Vincent Price que en su misión de buscar retribución por la muerte de su mujer coincide con Savaard en vengarse de los irresponsables médicos que la atendieron, pero la forma en la que mata a un sujeto en la secuela Dr. Phibes Rises Again (1972) es un claro homenaje a Savaard.




No es la misma muerte la de arriba, precisamente he cogido una imagen de una de las más raras y bizarras que Phibes comete, la similar que traza como la de Savaard es un pincho venenoso que se inyecta cuando cogen el teléfono, en este caso el director del jurado que llevaba el receso.


Pero mientras que Phibes comparte una motivación, una lista de asesinatos personales, y muertes exageradas, el segundo personaje es el que comparte la idea de la muerte, la vuelta al mundo de los vivos, y enseñar a todos los sujetos de la lección que aprendió junto al look de Savaard.
Si no lo habéis adivinado, estoy hablando de nada más y nada menos que de Jigsaw de la saga "gore" de Saw (2004), claro que James Wan creció y se inspiró en The Abominable Dr. Pibes (1971) junto las explícitas muertes en su película, pero a partir de la entrega en la que conocemos los orígenes de Jigsaw, el muñeco, su familia, y su motivación, vemos también como Wan rinde tributo a The Man They Could Not Hang y por eso creo que aún puede tener cierto atractivo para el público actual ver esta película, y ver como las brillantes ideas tienden a inspirar otros trabajos y con el tiempo volver a ser recontadas.
Savaard inspiró las muertes exageradas y comportamientos de villanos de cómic y de James Bond, y luego abrió camino a uno de los mejores papeles de Vincent Price, para más tarde inspirar a un joven director a hacer una de las películas de terror más conocidos del 2000, para bien y para mal.

Llegaría hasta decir que el rostro y la expresión de Tobin Bell son similares a los de Savaard en su pelo y demás características.


Aún con todo lo bueno, existen partes que podrían haberse pulido mejor como la relación entre Savaard y su hija, sobretodo el gran rol que llega a tener entorno al final, prácticamente llenándose de valor para así poder salvar a todo el mundo, no solo a los invitados, a su novio, y a ella misma, sino también a su padre para que recuerde el motivo de su experimento y el propósito de todo esto.
Es una pena, sobretodo porque Lorna Gray es aceptable en un rol ya de corta y pega. Pero es importante como la voz de la razón que Savaard ya ha perdido, y realmente crees en su figura como padre.



También hay mucha inexactitud y falta de explicación respecto al final, lo que es raro, ¿son exactos y precisos en el ambiente científico y judicial, pero no a la hora de narrar el impacto en la trama tras esto? Con esto me refiero a la presencia de su asistente, ¿dónde está Lang, qué ha pasado con él, fue el responsable de las muertes de los otros culpables o qué?
Parece que tratan de implicar que con el tiempo ambos separaron sus caminos y que Savaard lo mató como señal de que ha perdido el juicio, pero me cuesta muchísimo creerlo, Savaard no está tan ciego de castigar a los que lo mataron hasta al punto de acabar con los que nunca dejaron de apoyarlo, ni siquiera él ha caído tan bajo.
La falta de explicación, y todo lo que tratan de descubrir los invitados como el público va por esa idea, junto que vimos a Lang perplejo cuando el material clave reventó para traer a Savaard de nuevo a la vida y eso le dejó con la impresión de que este es un experimento imposible de repetirse.
No lo sé, simplemente hay algo aquí que ignoran y aunque la trama parece no necesitarlo ni sus personajes, podría haber funcionado como un ejemplo de diferenciarse del personaje de Karloff.




Una vez más, créditos al encargado de la cinematografía de esta película, Benjamin Kline, desgraciadamente no destaca mucho su trabajo más que episodios de Los Tres Chiflados, pero aquí pone la cámara a grabar en sets bellamente construidos como la mansión y el juzgado, agregan fuerza y aprisionamiento en los personajes aún teniendo un espacio grande.
¡Toda una tragedia no ver de fondo a Moe o a Curly muriendo exageradamente por Savaard mientras Larry toca el violín! ¡YO HABRIA PAGADO POR ESO!
Es impresionante todo lo que se puede lograr con un serial limitado de serie B como este, después de todo no está producido por grandes competidores o estudios con el monopolio del terror como la Universal Pictures, fue hecho por Columbia.
A decir verdad, la conexión con Columbia Pictures, el tema de Savaard como científico loco, y el mundo en respuesta a su trama recuerda una vez más al tema del cliché, ahora juntándose con los tempranos arquetipos de villanos de serial como Fu Manchu, o en el caso de Columbia los villanos originales que creaban los viejos seriales de Batman.




The Man They Could Not Hang  es un ejemplo del cine de científico loco tan popular en la época y el más apropiado de todos, cierto que no llega a abrazar todas sus características y esta no es la mejor en la que Karloff actuaría como se vio en 1944 en House of Frankenstein, con una de sus mejores interpretaciones y abrazando por completo la locura y falta de humanidad de este arquetipo.
Considero también importante por lo que creará en el futuro, villanos a los que inspirar, duologias inigualables, y un nuevo nacimiento de terror que puede hacer que los fanes de la saga de Saw (2004) se interesen por explorar de dónde vienen cada idea y aquellas historias que les influencian.
Como siempre digo, las grandes ideas tienden repetirse en distintas formas, y aquí tenéis mi ejemplo.




OK, esto está hecho, espero que os haya gustado, y siento mucho si no he podido poner clips de la película, pero os dejo en el enlace del título la película completamente libre de derechos en Dailymotion.
Esa es otra cosa que me encanta de estas películas de Karloff, la duración es muy corta para lo que estamos acostumbrados, aquí 1h y 4 minutos, ¿no es un chollo?
En fin, para los entusiasmados no os preocupéis, algún día abordaremos a Dr. Phibes, después de todo es una de las mejores películas de Vincent Price y soy un gran fan.
En cuanto a Saw... sí, eso será más difícil, aún hay cierto murmullo negativo por el "gore" y su fama de "torture porn" y necesito tiempo y motivación para saber cómo traer la historia a vosotros lectores.
Espero que os haya gustado esta pequeña aportación, y una vez más gracias por leerlo.
¡Ya nos veremos!

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