Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snicket (2004)



¿Sabeis? Me encanta leer, en serio, me encanta sentarme en mi bucata y ponerme a leer cualquier tipo de libro, ya sea historia de España, extensas novelas de misterio, aventura, a Camilo José Cela, Tolkien o Rowling, de arte, cuidados de bonsais, o libros centrados en mi carrera; leer es una actividad de la que no dejo de disfrutar cada vez que cierro un capítulo.

Digo esto porque durante unos años estuve muy interesado en leer las obras de Lemony Snicket (Seudónimo del autor Daniel Handler) "Una serie de catastróficas desdichas", la historia de la familia Baudelaire siempre me ha llamado la atención respecto al misterio que los rodea, junto con las persecuciones que sufren de los asesinos de sus padres.
Ademas de ser personajes agradables e interesantes, así lo es la historia; el problema siempre fue que a pesar de ser libros bastante cortos, son muy difíciles de conseguir, lo que me impulsó a sobrepasar mis límites empezando a leer libros en inglés.

Dicho sea de paso, os recomiendo los tres primeros en caso de que queráis uniros.
Los libros de alguna manera contienen temas y el espíritu que se captó en la referencia más popular que ha habido de ellos.
Me estoy refiriendo a la conocida película de Jim Carrey de 2004; con la noticia del estreno de una serie más centrada en los libros en Netflix, Una serie de catastróficas desdichas merece ser analizado después de ese impresionante trailer que no puedo dejar de admirar.
Empecemos directamente con la historia:




Violet (Emily Browning), Klaus (Liam Aiken) y su hermana pequeña Sunny (Kara y Shelby Hoffman) Baudelaire, son tres niños que han quedado huérfanos tras un incendio que ha arrasado su casa con sus padres dentro tras el retorno de uno de sus viajes.
Sin perspectivas, ni alegrías y muy confusos, el Sr. Poe (Timothy Spall) se hace cargo de llevar a los Baudelaire con quien se trata de su pariente más cercano, el conde Olaf (Jim Carrey) un actorzuelo que se integra en su papel delante de Poe como gran guardián y devoto familiar, pero que en realidad solo tiene la intención de mantenerlos en malas condiciones para quedarse con la fortuna que los niños heredarán con la mayoría de edad.
A pesar de todo, los Baudelaire se tienen entre ellos, y eso es lo único que necesitan. Viendo que la union hará la fuerza con las características que mejor los han definido a todos durante años; la imaginación de Violet a la hora de crear inventos a partir de chatarra o cachivaches, Klaus y su memoria fotográfica junto con su fascinación por la lectura le convierte en una fuente extensa de conocimientos, mientras que Sunny o "La mordedora" tiene dientes de los que es sensato no acercarte.
Juntos conseguirán exponer la actitud de Olaf ante Poe, quien le llevará con sus nuevos y extraños familiares, sus tíos Monty (Billy Connolly) y Josephine (Meryl Streep).
Tras conocerlos llegan a la conclusión de que, o un misterio sobre sus familiares está rodeándolos, o sus padres estaban en lo cierto al nunca presentarlos.
Pero la felicidad durará poco cuando descubran que Olaf nunca se ha rendido por su deseo de llegar a ser rico.



Los créditos de inicio comienzan con una estúpida presentación que parecen parodiar los cortos de inicio de Pixar, para saltar a la introducción de como no, Lemony Snicket; no podía ser una obra suya sin que el seudónimo personaje del autor apareciese en la gran pantalla.
La verdad es que incluir a Snicket como narrador en la película ofrece una forma de contar la historia original con las innovaciones que ofrece el cine y el libro.
Está bajo un halo de misterio y sombra, contándonos en los libros su punto de vista pesimista para abandonar este libro o película, e ir a por una recomendación mejor si no quieres oír la historia de los huérfanos Baudelaire.

Jude Law pone la voz a Snicket, resulta bastante interesante y cautivadora mientras le sigue el sonido de la máquina de escribir, pero especialmente considero más conectado al libro y a su intriga al doblaje en castellano que realizó Armando Carreras, consiguiendo también una voz muy difícil de alejar de esta película como de los libros sus temas y su misterio.
La oportunidad de conectar a Snicket con la trama y el espíritu de la película, ata los puntos con los que se asocia con el libro de una manera perfecta, desde que interrumpe un cliffhanger cuando la "víbora increíblemente mortal" está a punto de atacar a Sunny, hasta que su entorno desvela que este narrador que acecha tumbas y orillas secas, puede que también forme parte de los tristes acontecimientos que observamos.



Comentaremos rápidamente las formas técnicas y la cinematografía, lo que para mí es una de las mejores bazas de la película, porque es preciosa; esta es una de esas películas y escenarios que desearías poder colgar en tu cuarto, al menos en cuanto a un entorno gótico o incluso victoriano viendo la casa de Olaf y la mansión de Monty.
La forma en que aprovechan exagerados escenarios para dar la identidad a la película es perfecta, junto con el contraste de colores que dan en la mansión de Monty como el punto de mayor felicidad de los Baudelaire, hasta contemplar que la falta de ello corresponde a que los acontecimientos empeoran conforme la historia va avanzando, como se ve en el Lago Lacrimógeno, la primera vez que ven su casa incendiada, y durante el clímax en la obra de Olaf.



Cierto que no ayuda que el encargado de crearlos sea precisamente Rick Heinrichs, que junto con Bo Welch han trabajado en muchos otros proyectos con Tim Burton, algo que los críticos y el propio público no dejaron pasar a la hora de criticar al director Brad Silberling diciendo que los resultados son inferiores a los que Burton habría hecho, o que su enfoque en los escenarios y el entorno como el aura que crea no está equilibrado con el resto de los personajes o la historia.
Equilibrar es una palabra perfecta para hablar de los personajes, las actuaciones o la historia; pero para terminar este punto diré solo que las técnicas que utilizan con la cámara, al igual que los escenarios que crean, favorecen mucho a la identidad de la película, al igual que alteran a su beneficio cierta proyección que Snicket narraba. Ahora la gran pantalla debe recoger la experiencia y la visión de ese mundo ante los ojos de los protagonistas, y no ante los del autor como en el libro, algo de lo que se adelanta de sobra la película.



Respecto al argumento como los personajes, los abordaremos enseguida, pero antes debo comentar algo que si no lo hago sé que os molestará a muchos de vosotros.
Para muchos la película guarda curiosamente una similitud respecto a los temas y algunos de los personajes con una de las series más populares de España, "El Internado".
Siendo justos, yo fui fan de la serie, pero más tarde dejé de interesarme al ver como enredaban las historias y jugaban con el público para prolongar la serie con una lista de preguntas que no daban las respuestas que queríamos.

Aún así todo se remonta a que la primera temporada y parte de la segunda, recogen historias, temas de misterio e incluso personajes huérfanos como los Baudelaire, teniendo aquí a Marcos y Paula en la Laguna Negra.
A pesar de sus fallos y falta de argumentos, solo quería comentar que las grandes ideas siempre comparten un punto objetivo; todo empieza con una misteriosa muerte que abre la puerta a muchas conjeturas, peligros y personajes que se relacionan al entorno como buenos o malos, lo que elabora una cadena de catastróficas desdichas y misterios siempre por resolver.
Algo que será muy difícil de verdad, como esta película, ¿las razones? Bueno, enseguida nos pondremos con ellas.



La historia en la película ha sido recogida de los tres primeros relatos de Snicket que fueron publicados como Un mal principioLa habitación de los reptiles (Mi favorito de estos tres) en 1999, y en el 2000 El ventanal.
El guión hace un gran trabajo en condensarlos y ajustar muchas de las escenas para expandir la historia al cine, al igual que respetando parte del material original al proyectarlo; existen cambios desde luego para poder centrar el final en la linea que buscan, el cómo los tratan lo veremos más en adelante.
Aquí el argumento facilmente se centra en la linea de los Baudelaire y con Snicket de narrador; a pesar de eso presenta ciertas inconsistencias que no puedo parar de ver; podríamos defenderlo excusando que eso no pasó en el libro, pero en cierta manera los personajes sí pueden llegar a esa ridícula conclusión que hace que flojeé la trama; así que en cierto modo vuelve a ser una de esas desventajas que caen en la opinión personal.
Dicho esto, ¿por qué me gusta la trama de Una serie de catastróficas desdichas? Por 2 cosas sencillas:

-Una es la oscuridad y el misterio de la historia de los Baudelaire; me encanta como abordaron la duda respecto al incendio, nadie sabe cómo se provoco y por qué los padres de los protagonistas no contaron nunca con un plan para sus hijos en caso de que ellos no estuviesen.
También a medida que vamos avanzando con Klaus, nos damos cuenta de que ciertas cosas parecen estar atadas al pasado de los Baudelaire y al incendio, ya sean los catalejos o el misterioso ojo tatuado en el tobillo de Olaf.
Respecto a la oscuridad de la trama, bueno, los huérfanos deben luchar por sobrevivir contra un pirado que parece sacado de la calle que da a la barbería de Sweeny Todd.
Hay una cruda maldad y miedo muy legítimo en el conde que conecta rápidamente con la vulnerabilidad que sentimos por los niños; al igual que el propio y exagerado personaje llevado por Jim Carrey, que ayuda a traducir y controlar ese ambiente también tan disparatado y retorcido.
Tomad como ejemplo cuando llegan a la casa del tío Monty y Stephano hace aparición, francamente brillante.



-La segunda es sencillamente el cómo los personajes se desenvuelven en la trama.
Muy pocas veces una película consigue mantener todos los personajes interesantes y dedicados en el argumento, pero aquí han conseguido que incluso la hermana de 2 años se convierta en un personaje muy relevante al igual que cómica.
Incluso el villano consigue afrontar en distintas maneras la historia, algo muy difícil de ver y entender; cada vez que Olaf pierde su oportunidad de conseguir la fortuna de la familia Baudelaire, se le ve con un paso más por delante de los niños para conseguirlo.
En muchas maneras este Conde Olaf resulta también en un personaje que aprende de sus errores y que evoluciona ante los actos de los protagonistas, algo bastante superior al que el libro enseñó.
¿Pero qué hay de los hermanos? Bueno, la película nos vuelve a recordar la especialidad de cada uno para mantenernos despiertos y ver como salen de cada apuro que presentan, todas de una forma imaginativa e insensatamente posible. El único problema es que no hay muchas de esas escenas, y cuando pretenden mostrarnos en ellas el trabajo en equipo que demuestran tener unos hermanos tan unidos entre ellos, más te vale crear más escenas aparte de estas; que lo hacen, pero que no funcionan tanto, salvo cuando Snicket explica la definición de la palabra santuario, y que los Baudelaire crean durante su estancia en la casa de Olaf, esa sí que fue una bonita escena.
Y ya sabeis lo que comenté de tener al propio Lemony Snicket en la historia, básicamente también ayuda en este punto.




Respecto a los personajes, ya esa es otra cosa de la que hablar, empecemos con los Baudelaire.
Violet, Klaus y Sunny; conocemos sus especialidades, pero hay mucho más por decir de cada uno.
Violet por ejemplo es prácticamente MacGyver en una niña de 14 años, siempre buscando cualquier cosa que pueda reusarse para poder salir de los apuros que tienen.



A pesar de ser la mayor de todos, no hay muchas escenas en la que la veamos dirigir a sus hermanos, o con una naturaleza protectora sobre ellos, no sé si me explico.
Es solo que no hay mucho de hermana mayor en ella, en muchos momentos cuando toca ser fuertes tienden a compartir esa pantalla y acción con los hermanos, y en otras con solo ella al mando.
Creo que algo de ello tiene que ver con como han proyectado a Klaus, lo que también es otro tema aparte.
Aún así, creo que el personaje está bien, es solo que no hay mucho más que la distinga en esta trama; una cosa clara, esto no tiene nada que ver con Emily Browning, ella hizo un gran trabajo (Junto la voz de Michelle Jenner, que a mi juicio es la mejor dobladora de España), es más bien que su personaje no puede dividirse en más cosas conforme la historia avanzaba.

Klaus es interpretado notablemente por Liam Aiken; habría sido muy fácil que le hiciesen un molesto sabelotodo que constantemente remarca su inteligencia sobre todos los personajes; pero en vez de eso le hacen un personaje útil y agradable ante las situaciones que debe resolver con Violet y Sunny, y con el que nos centramos en observar el misterio que se nos presenta del incendio y el de la habitación de Ike, como también del ojo que parece estar en todos los muebles de la casa de Olaf.
Aiken hace un gran trabajo también mostrando su vulnerabilidad ante lo que ocurre, a pesar de que Klaus haya leído muchos libros, no muestra un comportamiento de superioridad; es más, si os fijáis detalladamente él no hace otra cosa que preguntar y pensar en algo que no tiene respuesta, como el por qué no avisan a las autoridades, o por qué sus padres nunca les contó nada de su pasado.
Momentos como estos te alegran que no siguieran el libro al pie de la letra, en la que los hermanos en realidad se ven muy deprimidos durante muchos capítulos; es una buena adición el cambio que dan a los personajes.



Sunny por otro lado es un personaje más elaborado de lo que muchos creen; aunque su especialidad sea morder como una ardilla encolerizada, también en la película la crean como un personaje muy gracioso con el tema de que sus hermanos comprenden perfectamente lo que quiere decir, pero que para los demás son solo balbuceos de una niña de 2 años.



También la hacen un personaje clave para muchas resoluciones, ya sea con la víbora en casa de Monty, el descubrimiento de la habitación de Ike, o del error garrafal de la tía Josephine.
Y sí, es muy divertido ver como Olaf la subestima siempre llamándola mono, para luego ver como Sunny más tarde le inca el diente para dejarlo en evidencia, o cuando apareció al volante de su coche para que el Sr. Poe vea lo incompetente que es el conde como su guardián (Eso fue realmente gracioso a decir verdad).
Sunny está interpretada creo que por las sobrinas gemelas del conocido actor Dustin Hoffman, quien aparece como de un crítico de teatro junto con Catherine O'Hara como Justicia Strauss (Adivinad su oficio...), quienes también entregan unas lineas graciosas e importantes puntos en la trama, pero que también forman parte del tema de ignorancia de los adultos ante los niños, de lo que hablaremos más en adelante.



En resumen, los huérfanos Baudelaire puede que no sean de primeras personajes MUY interesantes en comparación con otros, pero que con un poco de paciencia logran llegar a serlo conforme la misteriosa e inquietante trama avanza a su lado. Puede que Violet no tenga algo que lo separé de ser un personaje común, pero muchas de las lineas que da Emily Browning son preciosas, sobre todo la carta del final, es una actuación muy solida. Sunny es graciosa, y Klaus lleva las riendas de la historia ante el público, grandes actuaciones y actores. Continuemos.



Mientras, los personajes adultos como El Sr. Poe y el Alguacil son aquellos personajes a los que los Baudelaire tratan de explicar quien es Olaf, cuales son sus verdaderas intenciones  y que los intentan matar, pero que simplemente no les creen porque, bueno, son niños; huérfanos que acaban de pasar por una situación traumática y que necesitan descansar de ese suceso. Esto ayuda mucho a entender porque son tan ciegamente estúpidos en muchos momentos, pero en serio, ¿no pudieron distinguir a Olaf disfrazado de Stephano, o al misterioso médico que se parece al amigo del conde que lleva garfios en vez de manos? Quien lo diría, ningún adulto se salva de ser menos inteligente que la niña pequeña.



Creo que muchos de ellos caen en tener una actuación normal, pero la verdad es que me gusta mucho la interpretación de Timothy Spall quienes muchos le recordareis por ser Colagusano en Harry Potter y el Prisionero de Azkaban (2004).
En está película hace del Sr. Poe y es muy interesante verle implicado en todo este asunto y la amabilidad que brinda a los huérfanos, también es bastante divertido al lado de Jim Carrey, pero no hay mucho que destacar de él, simplemente es otro adulto que no puede creer a los niños y está demasiado ciego para poder tomarlos en serio.

Spall como el Sr. Poe y Cedric the Entertainer como el alguacil


Y sí, supongo que ya llegó la hora de hablar de Él, vamos a comenzar a hablar del Conde Olaf, interpretado por el supertalentoso comediante Jim Carrey.



Todos los que me conocen lo saben pero para los que no, lo diré sin tapujos: ¡ADORO A JIM CARREY!
Para mí era el actor más gracioso y que más me gustaba de mi infancia junto con Robin Williams, y muchas veces cuando mi padre y mis hermanos me preguntaban quién sería mejor de los dos, yo siempre respondía que eso es como juzgar a peras con manzanas, no es lo mismo.
Y en cierto modo estaba en lo cierto; ambos son excelentes comediantes con una gran actitud, pero Carry era más estrambótico que Williams, llegando a sobre-actuar en muchos de sus papeles de una manera muy enérgica y alocada que es imposible no reírse.
Ahora ya más adulto me gusta incluso más sabiendo que también ha sido capaz de hacer buen drama y buena comedia como en El Show de Truman; cierto que últimamente no ha estado muy en la onda, pero dadle tiempo y volveremos a verlo como en Mentiroso compulsivo (Donde me aprendí todas sus lineas de pequeño, para desgracia de mi madre).

ESTE GIF ES DE LOS MEJORES!!!

Su papel como el Conde Olaf es una de las cosas más difíciles de analizar, así que tenedme paciencia por favor, porque no va a ser sencillo.



Olaf en sí es el claro villano con dientes mal cuidados; el personaje es un actor bastante mediocre, ridículo y exagerado que tiende también a exagerar en el escenario y que es simplemente imperactivo y bochornoso en muchos aspectos, nada es sutil a primera vista.
Él quiere su fortuna y la quiere aunque tenga que ensuciarse las manos, como ya vimos cuando les dejó atrapados en el coche sobre las vías del tren.
Sorprendentemente hay muchas escenas de la oscuridad, seriedad y maldad que presenta; una de las que se me grabó a fuego en la cabeza cuando era más pequeño, es cuando disfrazado de Stephano en la casa de Monty está sentado en una mecedora con un cuchillo de caza, Violet asoma la cabeza para advertir a su tío de las intenciones de Olaf, pero ahí está Carrey volviendo a reflejar miedo, humor y seriedad en la escena.
Existen muchas inconsistencias alrededor de sus planes, como cuando obtiene la custodia de los niños y quiere matarlos para quedarse con su fortuna.
¿Es que soy el único que sabe que si un guardián tiene un niño bajo su cuidado, cosas como el dinero en este caso de los padres pasan a ser propiedad del banco?
¿O qué demonios tendría planeado después, no ha pensado que si lo juzgaban por negligencia descubrirían más tarde ese truculento pasado que quiere que Klaus deje de investigar?
TERCERO Y MÁS PREOCUPANTE ¿CÓMO ES QUE NADIE HA INVESTIGADO A ESTE HOMBRE ANTES DE ENTREGARLE A LOS NIÑOS?

A pesar de esas inconsistencias, me gusta ver a Olaf mejorar en sus planes, como si aprendiera de sus errores para no caer en ellos otra vez, demostrando también llegar a estar un paso por delante de los Baudelaire.



Vale, pero entonces os preguntareis cuál y cómo es la actuación de Carrey con este personaje, y en qué destaca en ella.
Chico, vaya si esa es la pregunta del millón; vale, hay muchas cosas buenas y algunas malas que no tienen que ver con Jim Carrey y su actuación, sino más bien con el foco con el que el director quiere llevar a Olaf a la pantalla a manos de Carrey.

Una cosa que todo el mundo reconoce es que Jim Carrey como el Conde Olaf es una imagen que todos saben reconocer; el trabajo que hicieron para que pudiese parecerse al aspecto del personaje es muy bueno, y su personalidad es muy parecida a la de Jim Carrey salvo por su aspecto amenazador y rastrero. Carrey en más de una ocasión ha dicho que intentó mezclar las famosas voces de Orson Welles Bela Lugosi, pero creo que también hay algo de Max Schreck o de Klaus Kinski a la hora de ser sutil y cuidando su forma en las sombras, en donde no es necesario comedia, como al principio de su presentación.



La forma de hablar, la ridiculez del personaje, su penosa actuación, e incluso su crueldad es llevada a la perfección; pero hay algo que no encaja, algo dice que no a todo esto.
Como cuando el director le dice que haga su famosa payasada de hacer de dinosaurio...



Yo vería cualquier película en la que Carrey hiciese bufonadas como las de esta película, pero lo malo es como las proyectan en ciertos momentos innecesarios en los que la trama se vuelve interesante, pero que el foco se ve distraído para ver a Jim Carrey haciendo lo que se le da mejor a su público.
Pero eso no es trabajo de la película permitir a Olaf exagerar ridículamente como el actor que lo interpreta, es que no funciona de este modo.



Lo que quiero decir es que por definición Olaf es un personaje sobre-exagerado y ridículo, como Jim Carrey, y aunque Carrey también consigue mantener el miedo y la crueldad del personaje, las escenas en donde el director le permite ser más libre con su humor, parecen asemejarse a un personaje animado, como cuando hizo de La Máscara o de El Grinch, lo que arrastra mucho del humor y rompe a veces la atmósfera de seriedad y misterio.
Creo que la escena del dinosaurio en la casa estaba muy bien situada, porque aún no se había establecido la seriedad y el peligro de Olaf, lo que recuerda a su personaje de Seuss, viendo como sin el traje le da ahora un mejor control de su cuerpo ante el público; pero una vez puesto en los momentos importantes, está fuera de tono totalmente y se convierte en algo que hace que la trama se distraiga.

Parte de los movimientos de Jim Carrey en esta película están más controlados al no estar atrapado en un traje muy molesto.

A pesar de todo, creo que Jim Carrey hizo un gran trabajo, es fenomenal verle una y otra vez como Olaf en pantalla, dejando siempre su marca de humor y misterio en muchos momentos, al igual que la imagen de un personaje que se ha grabado en la retina de muchos de los espectadores, al igual que en los lectores de Lemony Snicket.



¿Quereis oir algo extraño de Una serie de catastróficas desdichas? La película ganó el Oscar a Mejor Maquillaje por el trabajo que hicieron con Carrey y los distintos personajes que sería, como Stephano o el Capitan Sham, y dicho sea de paso, que Jim Carrey se afeitara la cabeza ayudó mucho a la hora de crear al personaje.
Es por esta razón, que la serie que ha lanzado Netflix para el 13 de enero de 2017 han decidido dejar el mismo tipo de imagen y maquillaje de la película para el siguiente actor que interpretará al Conde Olaf, no otro que Neil Patrick Harrys, un extraño casting, ¡pero hey! Creo que puede funcionar y llegar a rivalizar con el de la película después de todo.

NPH como Olaf, Malina Weissman como Violet, Louis Hynnes como Klaus, y Presley Smith como Sunny.

Pero me he ido por las ramas, lo extraño de todo este asunto es que fuesen nominados y llegaran a ganar el Oscar, lo que significa que esta película tiene mejor maquillaje que la mismísima película que recaudó más dinero de clasificación R o +18; así es, Jim Carrey dejó en fuera de juego a La Pasión de Cristo; debo de estar fumado porque no me lo puedo creer.


¿Podría alguien explicarme como un trabajo explícito de los dolores y las heridas que sufrió Jesús en su último día, es inferior a ojos de los Oscar?
O bueno, supongo que todo es posible en un mundo en el que un xenófobo, machista, racista, ladrón, mentiroso que se burla de reporteros que presentan discapacidades puede llegar a ser presidente.

Lo siento chicos, me he desviado del asunto, es que sigo aún muy cabreado...


Volviendo con Una serie de catastróficas desdichas, los huérfanos Baudelaire son enviados después con quien para mí es el mejor personaje de la película, su tío Monty, un herpetólogo muy amable que demuestra tener la misma conexión con los niños por lo que han pasado, y que resulta que puede que tenga las respuestas a todo lo que se están preguntando desde que sus padres murieron.
Bill Conty es fantástico como Monty, demostrando que la película no necesita arrastrar la depresión y oscuridad de los libros durante todo los escenarios.
Me encanta lo amable que es y lo implicado que se vuelve con su familia, parte de esto se debe a que Monty comparte con sus "sobrinos" (Creo... no sé) que también se quedó huérfano por culpa de un incendio; la perdida de su esposa y el alejamiento de su hijo no parece que hayan podido quitarle su optimismo, pero admite a su nueva familia que han aparecido en el momento que él más los necesitaba.



El optimismo de Monty les invita a su nueva familia a un viaje a Perú para alejar las vistas de los asesinos de sus padres; una vez más demuestran lo inteligente que es Monty respecto al asunto; lo que me repatea hasta el fondo para ver que no se dio cuenta de que Stephano era Olaf disfrazado.




A pesar de eso, Stephano es muy gracioso sin duda, es el foco del miedo y el humor en estas escenas, y como antes dije, la escena en la que esta en la mecedora es INCREIBLEMENTE aterradora y perfecta.
El humor está bien llevado, pero una vez más la película desvaloriza mucho la inteligencia del mejor personaje, al igual que Olaf a Sunny para detenerle de las suyas, aunque tarde.
Aquí una escena de prueba de lo gracioso que es Carrey y lo bobalicón que es Monty e ingenuo.



Siguiendo otro tema, va Snicket mostrándonos otro detalle bastante innovador y oscuro que abandona a Monty para pasar al Lago Lacrimógeno, en donde vive su nueva guardiana, tía Josephine, interpretada por la conocidísima Maryl Streep.
Ya acogidos en su nueva casa, Josephine demuestra ser un personaje con miedos y fobias ridículas de todo tipo, desde alejarse para que la nevera no se le caiga encima, hasta aterrarse por agentes inmobiliarios como Jane Lynch haciendo un cameo.



Para conectarse con los niños les enseña un álbum de recortes viejo, en la que se muestra a su antiguo marido Ike, con quien al parecer a su lado no temía a nada en esta vida.
Esto nos llama la atención para observar que la pérdida de Ike ha marcado su miedo y su inseguridad que antes no tenía.
Más tarde, Klaus observa una foto en la que sale con sus padres junto a Monty y un grupo de personas que llevan un catalejo misterioso que ya vio en un escritorio antes del incendio, levantándose así las sospechas de que cada guardián tiene una relación secreta con los incendios, o como es conocido en el libro, 
la V. D. F.
Quiero que os quedeis con el tema de la foto, no hablaré aún de ello, pero creo que guarda un tema muy importante que trazaremos con el final de la película.

Olaf vuelve a hacer su aparición ahora disfrazado como el Capitan Sham, y, ¿qué puedo decir? Es asombrosamente gracioso.
Algo raro de toda la escena es que la cámara no muestra un eje de sorpresa o miedo de parte de los niños al ver a Olaf ahora disfrazado, pero sí al ver a sus acompañantes del teatro Jennifer Coolidge y Jane Adams, como si tuviesen que tener miedo de ellas en vez de Olaf que acaba de irse con su nueva tía y la que potencialmente están en peligro.

Las escenas entre Carry y Streep son muy impresionantes y dedicadas la verdad, algo muy sorprendente de parte de los dos.
Jim Carrey se mantiene en ambos papeles como galán estúpido y más tarde como el ser despreciable que es Olaf, pero Maryl Streep, ¡Dios mío! Parece que nunca descansa de su personaje.
Las lineas, el ritmo, la pausa, las características, la voz, absolutamente todo lo lleva de una manera sencilla pero también teatral y profesional como es.
No quiero decir que este fue el papel de su vida o que incluso todo el mundo se quedará con su actuación, no, más bien trato de explicar que Meryl Streep por muy sencillo y ridículo que sea un personaje, presenta SIEMPRE una actuación bastante buena y trabajada de un modo único, su modo.
Para mí y mi hermana es una de las mejores actrices que existen por su comunicación, y aquí tenéis una película que técnicamente no la obligaría a realizar un esfuerzo por ello, pero lo hace, así que si llegáis a la parte en la que aparecen los Baudelaire en el Lago Lacrimógeno, os invito a analizar a su personaje para que veáis de lo que os hablo.

Una sorprendentemente gran combinación en sus actuaciones, que no tengo ni idea de como lo consiguieron, la verdad por delante.

El destino de Josephine es un poco más complicado de explicar; una vez más los chicos descubren que Olaf ha pretendido fingir su suicidio para poder hacerse a su cargo en nombre del Capitán, una resolución más inteligente que la del libro, es más, los guionistas hicieron un gran trabajo en cambiar la dinámica del clímax, ya que el final de El ventanal es prácticamente ridículo y difícil de seguir.
El caso es que la oscuridad y el hecho de que piensen de que su tía ha desaparecido de sus vidas es frío y legítimamente desolador, pero tristemente no siguen mucho con ello por la necesidad de dar la resolución del problema de la casa.
Una vez más el reto en el que combinan sus habilidades es muy ingenioso e interesante, probablemente el que más me gusta de la película.


Pero creo que falla en el momento en el que lo pusieron; una vez más Sunny entra en el cuarto prohibido de Ike para dar algo de luz al tema del misterio.
Violet, Klaus y Sunny descubren que Ike, Josephine, Monty y también sus padres, tenían una especie de grupo implicado en descubrir, o de buscar pistas a cerca de los incendios.
A pesar de no llegar a investigar más eso (¡Gracias trama!) Klaus recoge un único papel que desvela una ventana con un extraño ojo que tristemente, Josephine no cuenta nada sobre eso.
Descubren las pistas dejadas por Josephine, y más tarde la salvan de la cueva y de un chiste bastante gracioso, pero que puedes apostar que es sin duda estúpido.

Olaf muestra una vez más el villano que es en esta película, va aprendiendo de los niños e intenta estar un paso por delante de ellos, lográndolo completamente esta vez; verles partir mientras dejan a Josephine es algo bastante triste como cómico después de todo, pero que no pienso arruinarlo de todas formas.



Vamos a hablar del final, creo que tiene un importante valor que necesita que dejemos claro muchos de los motivos de la película, al igual que en esta adaptación el guión ha hecho un gran trabajo para poder cambiar los finales respectivos del libro, pero que también alteran otros detalles.
Viendo los puntos a hablar, sin duda tendrán spoilers, así que si estas interesado por ver Una serie de catastróficas desdichas te la recomiendo de ante mano, y después volver a esta sección para ver si compartes mi opinión o no.

Muy bien, continuando; Olaf "rescata" a los Baudelaire delante del alguacil y el Sr. Poe, lo que hacen que revalúen la decisión de dejarle a los niños.
Éste contento y sabiendo ahora que matarlos no hará que herede la fortuna de los Baudelaire, ha planificado un nuevo plan en el que los niños no podrán delatar sus intenciones... ¡Una obra de teatro!
Olaf pretende hacerles pensar al público que la obra consistirá en una boda entre su personaje y el de Violet, pero astutamente ha preparado el entorno para que sea legal ante todos; con Justicia Strauss haciendo de jueza sin saberlo y el consentimiento del tutor que es el propio Olaf, más atrapar a Sunny para acorralar la situación de Klaus y Violet, Olaf demuestra una vez más lo frío y retorcido que es.

Otra vez, Jim Carrey dedica a establecer el humor y la seriedad y villanía del Conde Olaf, pero aquí está extrañamente coordinado y equilibrado que los momentos de miedo son legítimamente horribles.
Olaf establece que no pueden culparle porque si cualquier persona tuviera intenciones y la misma situación que él, lo harían sin dudar; lo ve como algo natural y moral no ante sus ojos, sino ante lo que él dice que es que una persona que quiera "algo", el deseo humano.
En cierto modo, la idea es muy inteligente, y algo así pensado da más miedo que cualquier comportamiento loco o sobrenatural desde luego.
La mirada, los ojos, su voz, e incluso el maquillaje otorga a Carrey lo necesario para que su actuación pueda ser cómica como horripilante en un sentido liviano (Nunca llega a extremos como Hannibal Lecter, por decir un ejemplo).



Todo eso está muy bien, pero vamos a hablar de una cosa muy importante, lo que se me ha grabado siempre en la cabeza cuando pienso en Una serie de catastróficas desdichas, en Klaus diciendo "Las cosas nunca ocurren porque sí".
¿Por qué digo esto? Bueno, si recordáis al principio dije que el misterio y el como se desenvuelven los personajes es para mí el mayor foco de la película, acompañando el espectador a Klaus en cada escena que detalla o alude alguna pista de las conexiones entre sus parientes y el incendio.
Sí, la frase es algo que nunca olvide de niño porque recordaba tristeza y mucha verdad en cada palabra por la revelación que se mostró.
Como algunos sabréis, Klaus intenta salvar a Sunny de la torre prohibida del Conde, mientras la obra continua; Klaus observa que Sunny está encerrada en una habitación pequeña en el que parece estar el ojo dibujado del cuarto de Ike; mostrándonos así que en realidad el dibujo era un espejo que de forma proyectada a un punto fijo es capaz de hacer prender cualquier cosa cuando refleja la luz.
Klaus dice la conocida frase cuando se desvela que el espejo apuntaba en efecto a la mansión de los Baudelaire.
Debo admitir que la escena estaba muy bien hecha en muchos detalles, pero la reacción de Liam es muy poco aceptable.
Este debería ser el momento de ira de Klaus, el momento en el que por fin tiene la oportunidad de devolver a Olaf todo su enfado y rabia al que asesinó a sus padres y a sus tíos.
Pero se lo devuelve con esa mirada que es más de chulería que de satisfacción o venganza.



En fin, como muchos sabeis, Violet firma el acta de matrimonio que les reconoce como pareja; me gusta mucho el intento de que firmase con la mano izquierda, en señal de testigo de que está siendo obligada contra su voluntad y de que es nulo el certificado; en el libro esa es la forma en la que burlan a Olaf, pero una vez más, este ya sabia que sucedería y la obliga a firmar de nuevo con la diestra.
Klaus logra reflejar la luz al certificado y quemarlo, dejando expuesto al conde ante el público enfurecido por sus actos, y a Lemony Snicket contándonos el final del villano en una de las escenas más ridículas y menos triunfantes que he visto, pero graciosa eso sí.

Tan patetico y tan ridículo que simplemente es increíble.

A pesar de todo, mi mayor crítica a la película es que destruyen totalmente el misterio que los llevó a estos acontecimientos.
Pensadlo bien, todo lo que conocemos es que V. D. F. que ni siquiera tienen nombres aquí, se dedicaban solo a investigar los incendios; cierto que Monty dijo que perdió a sus padres en uno, pero la historia no entra en la profundidad de si fue uno accidental u ocasionado por alguien como Olaf.
Los catalejos como vemos son solo retratados como objetos de integrantes de ese grupo, y nada más, no tienen nada de especiales, como más tarde nos indica Snicket, son meramente objetos con una importancia al heredarlos, dejándonos la idea de que los Baudelaire intentarían contarles a sus hijos su extraño pasado para poder pasar la antorcha.


Entonces, no solo la película ata el misterio para que no quede ningún cabo suelto en la trama, sino que también reconoce de fondo otro para poder prolongar más la caída de esto.
Viendo ya el origen de los incendios y el deseo de Olaf de que dejen de investigarlo, solo nos queda preguntarnos quién es en realidad este hombre.
La película deja en el aire un poco su pasado, pero no sus motivos o el cómo llega ellos, lo que ayuda a alargar más la intriga.
Pero si mirais más de cerca la foto de Josephine, podréis observar que el mismísimo Jim Carrey aparece en ella sin su maquillaje; dejando así ante la mirada atenta del espectador que Olaf conoció en algún momento a los Baudelaire y a sus tíos.


Me gusta bastante ese detalle, sin bromear, creo que es uno de esos pocos aciertos que se mantienen con el espíritu del libro, detalles observables para el narrador y el lector, pero no para los personajes.
Sin embargo, esto no aclara el por qué Monty o Josephine no son capaces de reconocerlo.
Supongo que diríais que el tiempo le ha cambiado y su apariencia es distinta; ya, pero resulta que Olaf siempre fue Olaf no cambia de nombres ni nada por el estilo.

Supongo que el mayor crimen que ha hecho la película es cambiar la dinámica y la resolución del misterio, siendo la idea una contestación a todo, cuando debió de ser una respuesta que formulase más preguntas, algo que podría haber quedado con la curiosidad del público, y finalmente otorgarle futuras secuelas.

En caso de que queráis saber por qué Una serie de catastróficas desdichas no siguió extendiéndose como una saga, es básicamente que los productores querían nuevas ideas para continuar la proyección de forma animada, con Stop-motion y demás cosas, lo que les puso en un serio aprieto y no llegaron al final a nada bueno, rindiendo a no garantizar ninguna secuela ni un regreso a Jim Carrey como el Conde Olaf (Podría ser peor gente, como cuando cancelaron La Máscara II).



Al final de esta historia que ni siquiera el propio seudónimo del autor nos recomienda a escuchar o leer, ¿con qué nos quedamos?
Bueno, dire esto; Una serie de catastróficas desdichas es una de las pocas películas que brillan por sí mismas con sus escenarios, la cinematografía, una historia original e intrigante, y especiales personajes, al igual que actores e ideas.
Sus errores vuelven a hacerla un poco más común a películas que Jim Carrey ha participado, pero que se presenta como un trabajo de una obra que rinde homenaje a todas sus características.
Su oscuridad y retorcida linea, al igual que la figura del narrador que al final rompe la cuarta pared demostrando su implicación en la historia, la hace una película que no necesita seguir el libro en el que se basa u otras exitosas sagas más populares como Harry Potter.
Posee escenas y un buen ritmo ante el público, y sorprendentemente el final se ajusta a todo lo que cualquier espectador espera recibir en una sorprendente escena con uno de los mensajes más enternecedores de 2004; es realmente algo que vale la pena ver.


Es una película que toma forma de algo que tiene mucho potencial, pero que necesita más tiempo y concentración para mantenerse en la intriga y la desgracia, al igual que en las alegrías del Santuario que han creado los huérfanos Baudelaire.

Tal vez con suerte la serie que Netflix lanzará mantendrá lo bueno como mejorar lo malo que ha creado la película. Al menos eso diría con el trailer que mostraron con Patrick Warburton como Snicket, viéndolo más en detalle se ve que estará mas centrado en los libros y su depresión, pero también en la retórica y su humor negro.
Así que si no sois fans de los libros es muy poco probable que disfrutéis de la serie, pero espero equivocarme con esto.




Terminado y ya libre de Una serie de catastróficas desdichas, es hora de pasar pagina para preparar la siguiente crítica.
Espero que lo hayáis disfrutado, nos vemos.

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