Child's Play (1988)



Este 9 de noviembre se marcó el trigésimo aniversario de Child's Play la película que trajo al último posible villano "slasher" al ojo público, Charles Lee Ray o Chucky, junto con ese miedo al muñeco asesino que nadie es capaz de encontrar y prever.
Hasta ahora esta curiosa saga de películas ha permanecido sin remakes o reboots siendo la única del subgénero de terror en no caer en tal sosa trampa, y regalándonos a los fans más fervientes dos continuaciones después del frenado en 2004.
Esas continuaciones, La Maldición de Chucky y Cult of Chucky supieron captar la seriedad, el suspense y el humor negro de la película original de Tom Holland; por ello nunca hubo ninguna necesidad de recontar una historia que en el fondo no es nada del otro mundo.
La historia de un objeto inanimado, que inesperadamente se vuelve en contra de su dueño o destinatario se empezó con distintos relatos cortos escritos por el gran Richard Matheson y en futuros guiones para algunas de las mejores series de televisión.
(Fans de Dead of Night, perdonad, no la he tenido en cuenta cuando escribí esto).




Pero volvamos con esta infravalorada cinta que llegó a asustar y levantar quejas contra la productora; en el momento de su realización, los años '80 explotaron la figura de los muñecos parlantes al mercado y también aprovecharon básicamente la figura "My Buddy" para hacer películas entorno a ellos; los anuncios promocionaban el producto y luego el producto era llevada o a la televisión o a la gran pantalla en un ciclo interminable que voy a llamar, "Rueca publicitaria".



¿Cuántas películas de los Osos Amorosos existen?
¿Tantas como de Barbies se hicieron posteriormente?
No puedo distanciarme de esta locura, aún recuerdo con ilusión por Navidad la llegada de un muñeco parlante que ni se cómo se llamaba tal duende o gnomo cuenta-cuentos (Yano Cuentacuentos, a 31 de diciembre de 2022 os lo escribo de parte de una compañera😂), y eso es básicamente lo que comprende el terror anti-comercial que era Chucky: el muñeco diabólico NADIE después de esto volvió a pensar en esos juguetes de la misma forma, los Teddy Ruxpin, My Pet Monsters, eran anunciados como criaturas con voz propia que educan y enseñan a los niños, así que, en qué se diferenciaba de lo que veríamos en esta siniestra y descabellada película.
Son varios argumentos y puntos de origen en el guión de Don Mancini pero este parece ser su principal motor satirizante cuando vemos la publicidad del muñeco y como en este mundo es tan popular al igual que otros anuncios que vemos en el día a día.
Vamos directamente con la trama:

La historia gira en tiempo real a la fecha del estreno, noviembre, en la ciudad de Chicago, con la llegada de las navidades Karen Barclay (Catherine Hicks) busca el regalo perfecto para su hijo Andy (Alex Vincent), un muñeco Good Guy del que no ha parado de hablar desde que los anunciaron en televisión.
Pero para desilusión de Karen, todos han sido reservados o comprados con una aceleración imprevisible, aunque su amiga y compañera de trabajo Maggie la acompaña a ver a un transeúnte que dice vender un "Good Guy" en perfectas condiciones.
Este vendedor ambulante, que desconoce el juguete y los hechos que le rodean golpearán a la familia Barclay en un asesinato brutal que llevará a la conclusión de la policía, el detective Mike Norris (Chris Sarandon) y especialistas médicos a indicar la participación de Andy en cada muerte, a pesar de que nadie escucha que no ha sido él, sino Chucky (Brad Dourif), un muñeco que dice que está vivo y le contesta.
Pero naturalmente, ¿quién podría creer semejante historia, verdad?

Oh Dios mio, ¿lo estáis viendo? Ese es el rostro que ha asustado a toda una generación de personas, y no me refiero a la cara siniestra y asesina, no no no no no y no, ES ESA CARA INOCENTE Y ALEGRE LA QUE MÁS PERTURBA...

Una de las cosas que más me gustan es la localización, trasladar la historia en Chicago la hace para mí como algo grande y ajena a otras historias contadas, pero a la vez inseguro al ver los barrios bajos, muchos callejones oscuros y tomas en la noche; es más, cuando Andy desaparece por la zona del suburbio, se vuelve el ambiente muy familiar a Candyman (1992). En vez de usar el cliché de ciudades como Nueva York decide ir a por otra ciudad muy conectada con los rumores urbanos pero también expuesta a la nieve y la luz en una historia en la que nuestro asesino no debería pasar desapercibida. Pero lo hace, y con el mismo tono oscuro que comparte con el film en mi opinión.
Los apartamentos en la que los Barclay viven es filmado soberbiamente y hacen un juego de ambiente y entorno a su alrededor que capta el tono incluso antes de que comience la trama principal.




Que sea Navidad no tiene nada que ver la verdad, está solo proyectado en noviembre de esa fecha, día 9 de 1988 lo que la hace a tiempo real de su estreno, curioso sí pero necesario para indagar en la idea de compras navideñas de juguetes como estos en EEUU.
Andy es un niño corriente como todos fuimos en esa época, pero la película lo hace condenadamente bien en mi opinión, es adorable, listo cuando la situación lo lleva, y muy valiente y con un nervio entorno al final digno de mencionar, y eso es mucho decir por Tom Holland porque para mí su trabajo con los personajes en Fright Night fue pobre, en donde no parecía conectar con los actores ni los personajes (salvo Sarandon) y hacia la película difícil de seguir y sobretodo de que nos importe  en todo momento, en especial en una película de terror.
Andy aquí es un joven con el que podemos relacionarnos también emocionalmente por lo atento que es con su madre, por como captan la ilusión y pura alegría cuando su muñeco Good Guy llega y con abrasadora felicidad le habla con su característica frase: "Hi, I'm Chucky! Do you wanna play?".
Tan solo mirad la inocente escena en la que le hace el desayuno a su madre mientras ve los anuncios por la televisión, es bastante buena e inocente y graciosa, muchas madres querrían tener un hijo así de afable (Por no decir que así exploran la popularidad del juguete en ese mundo y de la sátira que trata Mancini y Holland de mostrarnos).



Esta es la razón por la que las criticas negativas van dirigidas, no solo por utilizar el concepto comercial infantil para una película de terror, sino también porque Andy se ve envuelto en una historia en la que explícitamente debe afrontar con fuerza o si no caerá como otras víctimas del "slasher". Esto también parece conectar con la sensibilidad que los críticos del cine pusieron en cada redacción, priorizando este motivo como un sinsentido e innecesario tropo.




Tal vez formeis parte del grupo de personas que odian ver niños en peligro en pos de la trama, y no puedo anular ese tipo de conducta en el cine ni cambiar vuestro modo de verlo sabiendo que yo aborrezco por igual la idea de matar animales en este género, pero esa no era la idea de Child's Play ya que originalmente pretendían ir por una dirección más psicológica, con la trama cuestionando al espectador de si Andy es responsable de las muertes que veremos o de si se trata de algo que ronda en su cabeza y culpa al muñeco, o si todo cuanto dice es cierto y el muñeco presenta un tipo de influencia en él que le ordena a matar. Suena bien, extremadamente complicado pero nuevo e inofensivo.
Eso no arregla mucho, ¿verdad? United Artists y la MGM prácticamente escucharon las quejas de los padres y cambiaron el proyecto antes de lanzarse, lo que son buenas noticias antes de rodar; y porque así dan origen a Chucky para aparecer, junto con una buena historia y efectos prácticos que son PERFECTOS.

Crean un buen suspense, se va montando y deja verse en pequeños y grandes momentos como en la impresionante escena en la que Maggie mientras cuidaba de Andy por la noche cae por la ventana de los apartamentos Brewster directamente en su coche ¡brutal escena!

Pero incluso yo tengo que admitir que su muerte también es estúpida, siendo golpeada por un martillo de juguete mientras se resbala con el mantel, podrían haberse puesto algo más serios para tal escena.

Tom Holland juega con la expectativa del público inteligentemente al dirigir sombras, y reflejos, y muestras de POV, dejando al espectador jugando a teorizar cómo Andy pudo matar a Maggy y de sí está diciendo la verdad pese a que el detective Norris señala a Katherine que su hijo encaja con huellas del mismo tamaño que han sido dejadas en la cocina, y haber sido el único presente.
Aún así es irrisible pensar con como se lo están tomando en serio, y el hecho de que la muerte de Maggy era más cómica que impactante por el hecho de que haya muerto (Pero la escena sigue siendo impresionante, en serio).
Andy le asegura a su madre que Chucky estuvo hablando mal de Maggie y lo "zorra" que era, pero para de escucharlo con el escándalo de que su hijo diga vulgaridades y no le cree, tratando de que se duerma para olvidar esta terrible experiencia.
Poco a poco Andy se ve más engañado por el muñeco, llegando incluso a obligarlo hacer pellas e ir a jugar con la nieve cerca de donde parece que se rodó la quema final en Candyman.
La verdad es que nunca vemos al muñeco decirle a Andy que salga a su aire, es bastante gracioso ver a Andy en el tren solo con su muñeco moviéndose como si de a un parque se tratase, ¡SOLO! WTF!



Esta es la escena en la que ya se deja claro la inocencia de Andy al espectador, con la misteriosa muerte de un ratero y ladrón de segunda llamado Eddie Caputo (Neil Giuntoli) y vemos dolorosamente como se llevan a Andy para internarlo en un psiquiátrico al cargo de la policía, para dolor de su madre, el detective Norris y nosotros el espectador.

Una vez más culpa a Chucky e incluso le exige que hable y responda con esa estúpida voz mecánica al agente Santos.

Vale, todas estas escenas, toda esta construcción que va creando el director Tom Holland se aproximan a mitad de la película con Karen devastada y se escalan con una importante revelación que a más de uno (y a este servidor) le pondrán el pelo blanco; al menos con una mente joven y sin haber sido expuesto a otras películas de terror. Pero es igualmente de efectiva, y popular entre el público.
En otra nota, es muy deprimente la separación, ambos actores hacen un tremendo y gran trabajo en construir su relación y de verdad ves cariño por Catherine Hicks como su madre, cada escena es una sonrisa de oreja a oreja y una atención que te hacen creer que son familia; una actuación increíblemente destacable para este tipo de películas y producción de Tom Holland.
Y la única baza a la que están a favor críticos y espectadores respecto a Child's Play.




Hicks ha demostrado en el cine ser una actriz dedicada, metódica pocas veces pero fácil de trabajar y muy implicada en cada rol, no importé el papel, más de lo que puede decirse de su carrera televisiva por desgracia. Pero en pantalla supo la importancia de su rol cuando se lo dan y lo enfoca en un buen sentido bajo su estilo como más popularmente se la reconoce en Star Trek IV: The Voyage Home (1986) en donde interpreta a la genial Dra. Gillian Taylor, una bióloga marina de la que dependerá el futuro de la Tierra y la tripulación del Enterprise.
Y aunque diste mucho de su personaje en Child's Play comparten ese sentimiento protector de madre que parece reflejar con intensa motivación en cada escena.
Ella es un elemento fundamental que hace la película creer que puede suceder en nuestro día a día, por mucho que veamos Viernes 13 o Pesadilla en Elm Street hay algo que no calca la vida cotidiana, pero en Child's Play lo tratan mejor con los actores, la situación en la que viven, madres a cargo de un hijo y constantes cuidados.




Dicho esto, el suspense que se crea también suele ser el objetivo crítico para bien o para mal con Child's Play.
Algunos dicen que una vez que Tom Holland destapa el pastel, deja de esforzarse y va directamente a la exposición, lo que no es totalmente cierto y creo que se confunden con el inicio de la película, una escena que sin dudarlo fue agregada en un rápido intento de quitarnos el borrador original de un estudio de la psicosis de Andy.
Pero todo ese murmullo por así decirlo es papel mojado, ¿por qué? pues porque sigue creándose una aceleración por parte del espectador para ver cuándo va mostrarse con vida Chucky, cuándo va a hablar con alguien que no sea Andy, cuándo va a volver a atacar de nuevo.
Le vemos con los ojos abiertos, la cabeza se mueve sola cuando trata de escuchar algo, Andy cerrando los ojos para dormir  y poco después Chucky cerrándolos como si necesitara dormir; enciende la tele cuando no hay nadie cerca ni siquiera el espectador, pero aún sin mostrar su verdadera cara y personalidad.

Una vez más, lo entiendo, podrían habernos dejado con esa idea, pero no hay ninguna duda de que Chucky está vivo con la primera escena en cuestión, en donde vemos al detective Norris seguir a un par de asesinos hasta dejar malherido al sujeto en cuestión, Charles Lee Ray, interpretado por un elocuente Brad Dourif con ominosa apariencia y perfecta y amenazante voz; quien tal vez os suene por su papel de Grima "Lengua de Serpiente" en El Señor de los Anillos.
Dourif es el perfecto actor para interpretar a un personaje con tal volátil personalidad y al igual que Robert Englund, interpretó tanto al antiguo hombre como a la voz del muñeco película tras película llegando el estudio dejarle en 2013 volver a mostrar la fuerza de la voz de una forma más amenazante y fría.

Después de tantos años y malos guiones sigue habiendo entusiasmo y diversión cada vez que vuelve a ponerse en el personaje, ¡vaya pedazo de actor!

Brad Dourif y el director Tom Holland en su primera colaboración.

Chucky se esconde en una tienda de juguetes jurando muerte cueste lo que cueste a su compañero por dejarlo tirado y a Norris, llegando a conjurar una maldición vudú en desesperación, dándosele por muerto al caer un rayo en plena juguetería, y así la película girará en torno a una investigación por saber qué es lo que sucedió esa noche, en cuanto Karen le hace unas preguntas al detective.




A decir verdad, no me importa que sea una continua exposición, el inicio me encanta y está bien filmado y con un buen ritmo una vez que se quedan solos Dourif y Sarandon.
El avance de los créditos al mismo momento que suceden disparos, traiciones y trampas puede ser confuso, pero acaba con salir el título al momento en el que Chucky encuentra su futuro receptáculo, es genial, ¡ya lo creo!




El hecho de que el suspense sea débil por no dejarnos ver la posibilidad de un suspense mayor con Andy es perfectamente entendible; es más, Don Macini se ve inspirado en uno de los mejores capítulos de The Twilight Zone, "Living Doll" en donde una muñeca con voz infantil persigue a un padre de familia problemático, pero el episodio también decide jugar si es cosa del padre, algo planeado por su mujer, si la muñeca actúa como un espíritu protector de la niña, o es un asunto algo más tétrico. Dejan al público explorar más de una posibilidad y crean un camino en el que todas ellas son (o podrían ser) igual de validas.


-My name is Talking Tina, and  I don't think I like you...



Pero esto no debe verse como una forma de desestimar lo que crea esta película, igualmente van conduciendo la trama en un tenso momento en el que uno va preparándose con antelación y luego le explota en la cara SIN VERGÜENZA. Porque plantea la pregunta inconscientemente al espectador de cuándo va a revelarse Chucky a los adultos de la película creando esa tensión y suspense de la que no puede dejar de hablar como de destacar por su parte.




Podría decirse que Child's Play decide tomar una trama que ahora es un cliché, con motivo de exagerarlo y llevarlo sin límite a un ambiente de miedo y perfecto humor negro ¡tan solo ved lo primero que dice el maldito muñeco una vez que Karen le da un ultimátum! Hilarante.
Me encanta como las facciones del muñeco se vean más enfurecidas por como Charles Lee Ray muestre su temperamento; lejos queda la inocente e infantil cara del Good Guy.
De la misma manera que The Expendables (2010) fue la película de acción más exagerada por sus elementos, actores, clichés de los '80 y '90, aquí tenemos el punto culmen de este cine de malvados muñecos en muchos aspectos.

"The Prey" es un relato corto de Richard Matheson en donde una mujer recibe este extraño muñeco que la persigue cual cazador, otra muestra de los inicios del tema de este tipo de historias, pero que carece de una caracterización del propio muñeco en cuestión.


Eso sí, menudo sentimiento que hace que se nos encoja el corazón el pensar que este pequeño bastardo se oculta SIEMPRE en cada rincón oscuro de la calle, o escondido debajo de muebles y coches sin sentir daño posible.
Ver a Chucky huir y salir a la calle no es más que otra sensación de terror y malestar por saber dónde estará, algo que parece encajar con la sensación en plena casa, a oscuras, solos o incluso yéndonos a dormir mientras pensamos en la maldita película y en el malhablado muñeco que muerde y apuñala.

Se ve que la sobreexposición del principio tiende a arrastrarse durante la trama cuando Karen intenta convencer al detective Norris del muñeco y ambos interrogan al vagabundo que confirma que el juguete lo sacó de la tienda en la que murió Charles Lee Ray.
Pretenden explicarlo poco a poco en vez de un tirón como deberían haber hecho, eso es algo que les resto aunque intenten seguir el ritmo y la tensión de estos eventos.
Pero ni un solo crítico jamás ha hablado de la infame escena del coche, ¡Ohhh Dios mío, esto es de lo que están hechas las leyendas y el humor más negro que cala a todo el mundo!😂


No importa lo mucho que me vendan esa ridícula pero increíble escena en la que Chucky intenta trinchar a Norris cual pavo mientras este conduce en plena ciudad cual Blues Brother en Chicago; pero NADA puede superar tan inconsistente escena que trata de mezclar miedo y humor, es como si la peli fuese bipolar y quisiera llevarlo al extremo con el público ¿¡QUÉ  DEMONIOS NOS HAS REGALADO BRILLANTE Tom Holland?!



En fin, volvamos al mundo real, una vez Norris es convencido queda poco tiempo para Karen y Andy, pero también para Chucky extrañamente.
La trama de nuevo se para con la intención de explicar más de lo que deberían, pero lo creáis o no, la siguiente escena es mi favorita de toda la película, y una de mis escenas favoritas de todo el cine de terror de la década de los '80, en serio.
Estoy hablando por supuesto de la escena de John, interpretado por Raymond Oliver.
No sabría explicar por qué la pongo en un pedestal pero voy a intentarlo, supongo que se trata por como se confronta la sorpresa, de como Chucky sigue vivo o la idea de que tal maldición se esperaba que ya no sufriese ningún tipo de dolor pero las quemaduras del encendedor del coche y las balas prueban lo contrario. John muestra una mezcla en su voz de temor e ira por como ha empleado Chucky todo lo que le ha enseñado en un acto contra la naturaleza.
Según John cuanto más tiempo pase en el Good Guy más humano se hará el receptáculo y así más sufrirá los estragos hasta quedar atrapado en él.
Sigue siendo una continua exposición pero al menos pretende avanzar la trama con Chucky ahora buscando a Andy  desesperado para ocupar su cuerpo en vez de detenerse la historia por investigar.
Una vez más John es el figurante que trae el vudú a la película y aunque no he encontrado ningún tipo de práctica que pretenda explicar la posesión de cuerpos como hace Chucky, su apartamento, los muñecos vudú, los botes enfrascados y las bolsas de té dan un breve pero interesante origen al inicio de la película
(¡Como hizo Candyman! Soy yo o es lo único en lo que puedo pensar en todo este escenario).
Lo que es una pena que nunca hayan llegado a explorar la relación y el pasado entre estos dos personajes, yo estaría más que interesado por saber más del pasado de John y ver a Raymond Oliver repetir su actuación que aunque breve es bastante buena.
Lo segundo de esta impresionante escena es Chucky en sí mismo, a plena luz del día los efectos prácticos son mas allá de lo creíble, el rostro enfadado y herido, la sorpresa, la voz de Dourif cobrando el efecto de su emoción, y finalmente ese extraño movimiento que vemos durante toda la escena cuando señala o se mueve como si su cuerpo de madera o plástico se moviera en contra de los deseos de un titiritero, ¡brillante!



John muere tras ser apuñalado por su alumno en el muñeco voodoo (Lo que significa que también Chucky se maneja en esta practica haitiana, muy interesante) pero no antes de advertir a Karen y a Norris de que Andy corre peligro al ser la primera persona a la que Chucky se mostró, pero que podrán detenerlo, si Chucky no consigue intercambiarse a tiempo su personalidad humana creará un corazón y una vida más de la que se le puede atacar.
Andy brillantemente escapa del muñeco, Alex Vincent aunque tenga un rol muy grande para su edad en esta porción de película, consigue durante el clímax sobrepasar de forma astuta a Chucky, mantener al espectador temer por su vida y la de los que le importan como su madre, pero también cobrar una nueva personalidad y actitud en torno a luchar contra el juguete que le ha hecho responsable de sus actos.
La escena que involucra a Chucky en el psiquiátrico es tétrica y ridícula al mismo tiempo (Tan solo mirad la muerte por electrocución, muy fuera de tono con el suspense que crean) pero destaca por como vemos a lo lejos al juguete moverse por la escalera de incendios a lo lejos, mientras Andy comienza a sentir miedo y angustia por como se aproxima.
Rompe el corazón también verle llorar atando simpatía junto temor por él como personaje.
¡No os preocupeis por Alex Vincent! Si algo me ha enseñado ese actor ahora, es que le parece algo muy infravalorado que uno no le confiase la carga y el aguante de su papel.

Aquí los movimientos y pasos son grabados por el actor Ed Gale sumándole un movimiento no fabricado por muñecos animatrónicos.








El punto extra se los lleva el grupo de efectos prácticos, no solo se encargan de crearle cada cara una expresión pero también lo hacen de distintas maneras que ninguna parece igual que la anterior, decididamente una prueba de que ante este trabajo se obtiene un mejor resultado que por el uso de CGI. Aquí es donde destaca también toda la producción y el verdadero protagonista de esta película, que raramente se ha visto superada, ni siquiera futuras secuelas como Bride of Chucky consiguen recrearlo y eso que es una continuación que reinventa la imagen del personaje en un cicatrizado y malvado bastardo con mayor presupuesto.





¡A veces lo más simple es usar todos los métodos posibles por hacer más versátil la acción y el terror en caso de no explorar el trasfondo mágico y ficticio! Algo que el guión y el equipo y creador de las marionetas han sabido traspasar en el rodaje.
El clímax final sigue básicamente lo más común en las cintas de los '80 como por ejemplo los Cazafantasmas (1984) tenemos un edificio embrujado en una nube como señal de mal agüero,  cambio de cuerpo que hay que evitar, Norris y Karen impidiendo el ritual y quemando vivo al villano bajo "falsos finales" como el típico "slasher", nada fuera de lo habitual, pero vaya si sigue impresionando si consiguen atarlo en tono, montaje, y la música.




Salvo, por el detalle gracioso y genial de Andy soltando algunas lineas que compensaron la entrada y ver a Chucky en agonía con la cara negra derretida. Creo que esta es la escena que más miedo me dio de joven, debí haberla visto con 13 o 15 años y para ser mi primer "slasher" nunca preví el falso final, la aparente invencibilidad de Chucky y como gritaba, ¡Dios! El como amenaza a Karen de que le entregue su hijo y la dejará vivir se quedaría grabada en mi cabeza durante semanas, al igual que el final a lo Friday the 13th y la sensación de miedo por el futuro.
Como dijo Norris a Santos y este en respuesta, tendrán mucho que explicar en el departamento, pero ¿quienes les creerán que no sean ellos? ¿Cómo va a afectar esto a los Barcley?
Pues de forma trágica y deprimente como se verá en futuras y menores continuaciones en calidad y trama.



¡Jessshhh!

Pensamientos finales de Child's Play:
Aunque haya envejecido muy bien y logre mantenerse bastante atemporal Tom Holland permite decisiones que restan a veces el tono de terror y cómico que proyecta.
Cuando crea tensión y suspense lo maneja perfectamente, mantiene una relación entre los actores y los personajes de una forma bastante alejada de lo que otros directores consideran y aprende de sus errores de la querida Fright Night en especial con Andy, Karen y Chucky.
¿Podéis creeros que Alex Vincent demuestre mejor su actuación que tres de los personajes adultos de la otra cinta?



Los efectos prácticos, muñecos animatrónicos y marionetistas son de 10/10, creíblemente aterradoras y hacen de esta película tan popular que no es de extrañar que se haya quedado en el subconsciente de tanto adultos como niños, puede que más que otras figuras de terror; aunque la trama no sea nada del otro mundo, ya se hizo mucho mejor 30 años antes por Rod Serling y Richard Mathewson, pero Brad Dourif en contraste con todos esos muñecos malditos y vivientes le da una fuerte y controvertida personalidad al personaje que se suma a la misma altura que Jason, Freddy Krueger, y The Shape en ese hipotético hall de la fama del terror.




Puede que no sea una película para todo el mundo, para fans del género al volver a verla puede ser una decepción que no llegue al culto al que se le ha puesto, pero sigue siendo una justa sugerencia y la perfecta opción para aquellos que pretendan superar sus miedos infantiles. Nadie os juzgará si esta cinta os contagió tal miedo, sois pruebas de algo muy usual y común que se ha fabricado con los años, y ha llegado a su punto más inamovible en el cine, con Chucky.
Nada más que decir que toméis vuestro tiempo y vedla, estoy seguro de que os resultará más que entretenida para lo que esperareis.
(Jejeje, brillante escena..."... Fuck yooouuu")




Existen muchas otras historias que al igual que Child's Play se ven inspirados en gran medida por lo que logran aquí.
Está el capitulo de Los Simpsons de "La Casa del Arbol del Terror" III, en donde Homer le compra a Bart un muñeco Krusty que parece estar maldito y no tiene mucho afecto a Homer sin ninguna razón aparente, combinando elementos del capítulo original de The Twilight Zone y de Chucky con el cuchillo y la sonrisa de Krusty tenemos un cierto humor negro en doble homenaje a ambas historias en un gracioso corto. ¡Con un final tremendamente gracioso debo añadir!



Y de una manera más cercana a mi infancia y que JAMÁS ha dejado de perseguirme con la comparación a Chucky es precisamente sobre la próxima entrada de la que hablaremos en el blog.
En la conocida serie animada de Superman el cuarto capitulo "Fun and Games" se presenta uno de los villanos menos conocidos pero con un nuevo "lavado de cara" respecto a los cómics, me refiero al Juguetero, quien pasa de ser un viejo canoso frustrado por temas de mercado y negocios, a una figura con una cara permanente de sonrisa sardónica como la de un muñeco. ¡Tétrico!


Curiosamente el origen del Juguetero es MUY SIMILAR a lo que en un futuro le sucederá a Andy en otras películas.

El capítulo en sí también parece aprender del problema que Child's Play tuvo respecto a la exposición y el suspense psicológico que querían ir originalmente, con lo que es un perfecto ejemplo en corrección.
Aquí, en un mundo de alienígenas, inteligencias artificiales y monstruos criminales, la idea de un juguete vengativo con pensamientos y emociones es más aceptable de creer, podemos ver al Juguetero usar este tipo de muñecos como armas y soldados que parecen estar igualmente vivos que él.
Y sobretodo, al contrario que la continua explicación para encajar la historia de Child's Play, la serie tomando en cuenta su limitado tiempo decide poner a la compañera de Clark Kent, Lois Lane, a escribir un artículo que "humaniza" al Juguetero mediante un análisis psicológico, algo que no le agrada a nuestro siniestro villano por lo equivocada que resulta en su artículo y decide llevarla a su mundo a lo Perséfone, secuestrándola y disfrazando a Lois como una muñeca.
El caso es que la explicación y el origen se combina con Clark Kent y Jimmy Olsen investigando distintos artículos al mismo tiempo que el Juguetero cuenta a Lois su vida, intercalando ambas narraciones para el público.
¡ASÍ ES COMO SE HACE, BRAVO Y GRACIAS GUIONISTAS DE LA SERIE, APRENDED PELICULAS, APRENDED!
No mucho más que decir, se ve que de verdad estaban proyectando la conocida trama del juguete viviente y agregan su propia versión al mismo tiempo que reinventa a un personaje para compararlo con otro más adulto entorno a sus historias. ¿Cuál es más favorable para el espectador ocasional?
Eso os lo dejo a vosotros, siempre podéis ver su origen pinchando en el enlace.

Alex Vincent y Brad Dourif una vez más juntos.

Con esto ponemos fin a esta oleada de cine de terror y esta ida por las ramas, WOW.
Una vez más muchas gracias por haber leído otra entrada del blog, como habréis notado la calidad ha bajado entorno a análisis y puntos de vista y voy a mejorar este aspecto en futuras entradas con distintas sugerencias en 2019. Así que volved en diciembre para la última entrada del blog en el que hablaremos de la filosofía y moralidad que se esconde detrás de la primera adaptación de El Hombre del Mañana. ¡Celebremos su legado con entusiasmo y perspectiva! ¡Nos vemos!

¡Es un pájaro! ¡Es un avión! No, es...

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