Blue Velvet (1986)



Hoy estoy contento y orgulloso por empezar el 2020 trayendo un análisis sobre David Lynch, quien en menos de un año ha sabido captarme su dirección junto con el tipo de historias que permanecen en su filmografía, por lo que también ataremos algunos de sus elementos creativos con la exitosa serie televisiva Twin Peaks para anclarlo con mi anterior propósito de analizar series de televisión en enero.




Hay muchos temas que me gustaría hablar sobre David Lynch y su incursión en esta película, el hombre en cuestión es definido con cariño como un Jimmy Stewart de Marte por Mel Brooks,  un director surreal, y yo os añado que también es un artista, no solo anclado en televisión y cine, también en música y como pintor, en meditación y mucho más, y sus películas lo reflejan dejándonos ver también parte de su alma, si me atrevo a decir.
Hay también un cierto encanto en ir a ver sus films con cero conocimiento previo, y llegar a preguntarnos qué acabamos de ver, algo que ha sido aceptado con gusto y desafío.
Creo que la razón de que haya crecido en mí tanto aprecio hacia su persona es por la inspiración que saca de muchas de sus películas, si alguna vez os da esa sensación onírica que cuestiona la realidad de lo que estamos viendo, es porque algunos de esos momentos claves vienen de sueños, pesadillas o incluso recuerdos tan alejados que trata de darles forma en ellas, incluso despierto y dejándose llevar. Es algo con lo que me relaciono fuertemente desde mis primeros años de carrera con la situación en la que vivía el joven Lynch para sacar inspiraciones de sus trabajos cuando estudiaba arte en Boston.
Blue Velvet tiende a cuestionarse como una trama en donde su experiencia cae en similares puntos, pero también muestra cierta proyección al pasado de David Lynch en puntuales momentos como dijo en su documental David Lynch: el arte de la vida (2016) particularmente cuando habla de la mujer desnuda que apareció por la noche en su barrio gritando cuando era pequeño. 

Antes de su realización, David Lynch acababa de dirigir Dune (1984) la esperada adaptación de la obra de Frank Herbert y fue una experiencia dura para el director, no creo que haya vuelto a experimentar una producción tan elevada para una película tan popular como ésta, y se podría decir  que el proyecto determinó a quedarse en películas independientes y de menor presupuesto para el estudio.
El caso es que su relación con los estudios Dino De Laurentiis Company fueron responsables de permitirles a David hacer una obra más personal que se explayase en el surrealismo más su particular forma de ver las cosas en la sociedad como en Eraserhead; pero debo decir que para mí Dune no es una mala película, y la crítica profesional y la audiencia no sabían expresar el resultado de lo que vieron. Un proyecto fallido, puede, pero que creó un mundo fascinante, una épica interestelar con imágenes que nunca abandonaron parte del cine de los '80, y David Lynch mantiene el mundo de lo que habría sido en la mente de Frank Herbert en esta adaptación.
Ahora es un film de culto casi como todas sus obras, pero en su momento incluso Lynch no sabría expresar la base de ese "fracaso" en cuestión.

Es seguro decir que Lynch crea una fascinación por conocer las reglas de este mundo que llegan a meterse en la imagen popular del público en los años '80, tal vez hablemos de los logros y fallidos actos de esta película en otro momento.


Dice mucho por parte de Dino De Laurentiis en trabajar de nuevo con Lynch para hacer una película tan anclada a su punto de vista, porque la financiación es lo que aporta y con Dune se pasó bastante, pero también puede ser que Blue Velvet fue una historia que Lynch llevaba años escribiendo y tratando de realizar desde los años '70, con bastantes estudios pasando los muy arrogantes. Es posible que algún miembro del estudio como el productor Fred Caruso apoyaran a su realización durante esos años de negación.

Ha habido mucha atención en Blue Velvet al respecto, con el regreso de nuestros protagonistas para ovacionar y hacer entrega a David de su merecido Oscar honorífico, un agradable momento que trae en mente el rechazo crítico que hubo por entonces a esta obra, particularmente mis críticos de cine favoritos Roger Ebert y Gene Siskel fueron bastante severos con ella y con David, llegan a parecer exagerados por las razones de que fuese dilapidada por la sociedad, es decir, ¿nadie recuerda lo bravo y descarado que era Hitchcock en su época o qué?
Bueno retiro lo dicho con Gene, esta es una de las pocas críticas en las que se mantiene lo suficiente sereno para apreciar el shock que está recibiendo como algo memorable a la altura de su experiencia con Psicosis (1962).





Aún así, su provocación fue la chispa de su interés para muchos en interpretarla y sus seguidores brindamos su éxito a este trabajo de 10 que hizo la perfecta y bella persona que tenemos al estrado hoy en el blog. Puede que no lo parezca pero es que por entonces en 1986 la que se montó con su trama fue de escándalo, y si no situaros en las películas populares que empezaban a reflejar la ilusión de ir al cine como con las sagas de Star Wars, Indiana Jones, o Regreso al Futuro, profundos proyectos como El Club de los Cinco o comedias con elementos de terror como Cazafantasmas y en el opuesto Pesadilla en Elm Street, cualquier espectador escogería una de esas que la obra de Lynch. Es como si Blue Velvet no formara parte de esa época, lo que la hace incluso adelantada a su tiempo. 
Resulta inspirador saber que las buenas películas que fueron rechazadas puedan tener una segunda oportunidad de ser no solo miradas, sino reconocidas, y luego podamos devolver nuestro agradecimiento a sus realizadores, aunque algo me dice que David Lynch siempre supo que su público encontró esta película en buena estima.



Para aquellos que no la conozcan, Blue Velvet o Terciopelo azul  trata sobre un chico, Jeffrey, que tras visitar a su padre en el hospital se encuentra en el campo una oreja humana, al llevarla al detective Williams escucha como el forense certifica que de quién sea el sujeto se sabe que aún esta vivo. La curiosidad de Jeffrey le puede y es alimentada sin quererlo por las charlas que mantiene con el detective y con su hija Sandy, quien le hace saber del progreso de la investigación y de otras pistas que van apareciendo ante los jóvenes como la relación de una posible persona, llegando Jeffrey a colarse en la casa de una bellísima cantante de club llamada Dorothy Valens y a descubrir algunas cosas de lo más perturbadoras y trágicas, obras del trastornado y peligroso Frank.
A pesar de que no parece indicarlo en esta sinopsis, creo firmemente de que esta es una de las cintas de cine más bellas y significantes que han sido grabadas.


Una introducción con una atmósfera igual de bella, pero hey, así es Lynch, capaz de rodar todas las escenas por ceder tus sentidos a aceptar la calma y dejarte llevar a lo que vas a ver, y aceptarlos.

¿De qué trata Blue Velvet? ¿Qué tiene de especial su historia? Esas son preguntas que debemos responder de una forma que aviven el interés de un neófito que quiera saber más de David Lynch o de sus trabajos.

La película comienza y está repleta de simbolismos a primera vista, llenos de significados por explorar al ver que nos indican algo por la pausa y el estilo en el que son rodados, ¿pero qué es lo que vemos si no es un barrio típico e ideal como el que vemos en otras películas?

Una advertencia, de que el mundo no es el lugar apropiado, justo y perfecto que tendemos a proyectar  donde los pájaros cantan en las alegres mañanas, especialmente con los estadounidenses al referirse a la época de los años '50 como los días dorados (Good old years or golden years) que nunca fueron así debido al persistente racismo y depresión, más otros elementos que aparecen entorno al final como la formación de bandas, y la desconfianza entre adultos y jóvenes,  eso es lo que David Lynch trata de explicar brevemente al filmar el barrio de Jeffrey en la apertura a la trama.
Lo vemos con su padre recibiendo un ataque al corazón, que ya nos han indicado con la manguera obstruyendo el flujo del agua y su esposa viendo en una película detectivesca un sujeto guiándose con su pistola; y así la oscuridad de la historia va acercándose a este supuesto "inocente" barrio.
No es algo absoluto, sino gris con momentos de claridad y paz, como de oscuridad y discordia que pueden llegar a aparecer en momentos inoportunos viéndolo con la situación de Jeffrey desde que encontró la oreja.
Este barrio utópico de vallas blancas, rosas rojas, y bomberos que saludan cordialmente presenta esos elementos de "perfección" que todo estadounidense cree que puede llegar a cumplir, y Lynch los introduce para distinguir el mundo de Jeffrey y el nuestro entre lo real y lo que es idealista. (Lo enlaza con los elementos ideales de los años 50 como la cantidad de descapotables)
Tan solo mirad como filma Lynch mientras escuchamos "Blue Velvet" de Bobby Vinton, es como si hubiésemos corrido la cortina azul para ver un mundo irreal de ensueño y armonía en el que no podemos sentir el peligro que se nos está adviertiendo hasta que Lynch pone al padre de Jeffrey en el hospital.
Un peligro no oculto, sino que ha estado ahí en plena luz del día, corre la cortina y veremos los horrores que el hombre es capaz de hacer y que ciegos no podemos advertir.
¡Esto es arte gente, que no os engañen las criticas que lo tachan!



En 1939 por entonces el Technicolor empezaba a emplearse y a dejar marca para muchos directores de cine como otra forma de recalcar cierto significado en la cinematografía, aunque no lo he certificado, es muy posible que El Mago de Oz  fuese la primera película que subrayó el contraste de los chapines de rubíes como símbolo de inminente peligro, de ahí la decisión de Dorothy de ir a ver al Mago de Oz para dárselos y librarse de la Bruja del Oeste para volver a casa.
En Blue Velvet predomina durante la película las cortinas rojas populares de Twin Peaks en una de mis escenas favoritas, siendo movidas por el viento como algo que corre esa apertura al peligro, algo que pertenece al entorno y el ambiente, y que como al principio, Jeffrey es incapaz de ver desde que ve a Dorothy cantando al fondo o en su apartamento (Quien sin saberlo empieza a mostrar la misma conducta que Frank en ir a escucharla).

Aquí no solo tenemos ese destacado tono escarlata que os enseño, también tiene la forma de algo inevitable, en la película Dorothy ni siquiera se los puso, aparecieron por arte de magia para desgracia de ella. En este enlace podéis ver los significados de algunos de los colores en el mundo del cine. 


Azul sobre el rojo, aquí en esta película tiene esa contradicción de búsqueda de tranquilidad y paz sobre un mundo de peligro, añadiendo en Blue Velvet que el azul es también el color que simboliza los sueños.

En cuanto avanza la investigación vemos que  Lynch filma con un estilo de film noir que le viene al dedo, o en este caso "neo-noir"  una vez que Jeffrey encuentra la oreja (Una perfecta forma de empezar un misterio debo decir, sacada de una obra española Un perro Andaluz) sintiendo esa similitud en La ventana indiscreta (1954) respecto a las circunstancias de los personajes, solo que esta peli sí que entra en el propio género con la presencia de elementos como una "femma fatale", las grabaciones en las oscuras calles, pasillos y pisos privados del color y confort, más la cinematografía que juega con las sombras y las luces, un elemento que parece imperar cada vez  que Jeffrey está confuso o asustado como en su nocturna vuelta a casa, su propia corrupta trama y los términos que ponen fin al interés de Jeffrey por indagar más, todo ello envuelto en un misterio pero ruidoso peligro que está al alcance de nuestros personajes si no tienen cuidado.

Descendiendo por la madriguera del conejo y el extraño mundo que le espera a Jeffrey no será nada parecido a una maravilla.

Una vez más la cinematografía nos indica que Jeffrey terminará yendo por sendas más tenebrosas desde que le vemos bajar las escaleras a un piso a oscuras, y cortando a su madre y su tía viendo en la televisión una película de estilo noir que mimicará al final (He leído que se trata de tanto la toma como la peli de la versión de 1973 Bonnie and Clyde, pero no estoy seguro) y que nos vuelve a justificar que nuestro protagonista seguiría un patrón igual en su investigación y resolución como otros personajes hicieron en películas como Sed de mal (1958) o por preferencia propia El tercer hombre (1949).
Su tia le advierte de no acercarse más allá de la calle Lincoln ,que es donde vive Dorothy, dejando claro que la zona es la parte oscura de la ciudad, y en cierto simbolismo que no he visto desde The Twilight Zone se nos indica una vez más el aura de peligro en cuanto Frank se encuentra con Jeffrey y le amenaza con volarle la cabeza, al igual que sucedió con Abraham Lincoln cuando John Wilks Booth le disparó, un canalla con quien Frank comparte apellido.



Roger Ebert parece que ve estos elementos de armonía y define luego a la película de extrema crudeza con sus personajes y sus actores, sin llegar a fijarse que estas escenas, el encuentro con Sandy saliendo de la oscuridad bajo una melodramática música, Jeffrey trabajando con una contagiosa sonrisa en la ferretería con los compañeros de su padre, o sus encuentros con Sandy en la cafetería, son creados para provocar también que el ideal americano de ese mundo, el confort que el pueblo de Lumberton cree tener es un sueño y algo artificial sino somos capaces de entender (o mejor dicho aceptar) de que puedan existir seres o historias tan crueles como Frank.


David Lynch crea al personaje perfecto para esta historia y para el público, Jeffrey primero es un personaje mundano, alguien que ha interrumpido sus estudios universitarios para echar una mano a su padre con la tienda, y aunque no lo diga sabemos que Jeffrey no se siente cómodo ni satisfecho desde que dejó su casa, llegando a ver excitante todo este incidente de la oreja, y alabando el puesto del detective Williams como un trabajo interesante, a lo que él le indica que llega a valer la pena excepto por el peligro que implica.
Para mí eso lo hace un protagonista bien escrito con las expectativas del público al enlazarlo con su curiosidad y su falsa confianza en este "neo-noir", es como el rol de Grace Kelly en La ventana indiscreta sobre todo cuando decida Jeffrey tomar astucia en interpretar el rol del fumigador en el piso de Dorothy Vallens, pero es la honesta y profunda actuación de Kyle MacLachlan la que le da esa personalidad y vulnerabilidad y en momentos privados se convierte su actuación en un homenaje al joven David Lynch estudiando en Boston, resulta increíble el parecido y MacLachlan es un actor de 10 por como es capaz de proyectar un personaje más humano de manera natural de lo que fue Paul Atreides en Dune, un rol que también le dio mucho juego, super-complicado pero que no obstruye en este rol su capacidad de expresar miedo, legitima alegría, bienestar e incluso reacciones de horror cuando vea atreves del armario cosas que nadie imaginaria en 1986.





Como ya he dicho está lleno de vida pese a lo que hemos hablado de lo vacío que se siente al volver a casa, lo vemos cuando habla con el detective y conoce a Sandy, y me encanta como se explaya Kyle lo suficiente como para incluir su sentido del humor y su forma de ser, y este puede ser uno de los roles que le ayudó a formar su rol como Dale Cooper en Twin Peaks y su relación con David Lynch.


Es fácil que nos relacionemos con él, hasta el punto en el que queremos que haga progresos en su investigación y salga de una pieza de todo esto, porque en el fondo todo lo que demuestra es también un interés por saber de la persona que aún sigue con vida en Dios sabe donde.



Blue Velvet presagia el peligro y la oscuridad de la ciudad de Lumberton en escenas en las que esa oscuridad parece tomar presencia como si fuese un personaje vivo, tal y como Lynch hizo en Twin Peaks, pero aquí la figura de este mundo que se ata al personaje de Frank funciona solo en el estilo de thriller que en el misterio en sí mismo, por lo que en ciertos detalles puede desilusionar  a algunos de los que estén atentos por ver a un personaje sin una oreja.
No lo considero un fallo debido al potencial de aumentar la tensión de la película, pero puedo entender que muchos luego infravaloren el rol de Jeffrey al hacer las conexiones tan rápido con Dorothy Vallens.
Hablando de ella, una vez que Sandy y Jeffrey la escuchan cantar su versión de Blue Velvet en el club, este busca pistas en su piso en una escena chocante cuando le pilla en el armario y creo que este es uno de los primeros pasos que la trama cruza para que observemos el grotesco mundo en el que viven aquellos que están más allá de la Avenida Lincoln.



Isabella Rossellini es intrigante y seductora como Dorothy, igual que la película,  pero dista de ser un perfecto personaje, es evidente que está rota y a la disposición del asqueroso de Frank, Jeffrey acabará tomando cierta pena y una incomoda relación con ella mientras que también empieza a sentir poco a poco cierto afecto con Sandy.
La actriz es cierto que pone demasiado en la trama, su impactante desnudez en el final y el morboso deseo que continuamente quiere arrastrar en Jeffrey justifican cierta reacción negativa del consenso en los '80, pero la modelo hace un salto al mundo de la actuación bastante brillante y trágica al ver que es igual de compleja y problemática que Frank, viendo solo retazos de tranquilidad y serenidad cuando está en el escenario y con Jeffrey en su apartamento.
Me encanta lo que dice de que volvió a ver si estaba en el armario esperándolo su invitado, y el tacto que tiene cuando habla con Jeffrey de su hijo, pero sigue sintiendo gusto por la violencia, adopta las mismas frases que Frank cuando tuvo a Jeffrey con el cuchillo sintiendo el poder del abusador y ejerciéndolo en más de un momento. Hay una atracción y belleza pero también repulsión que conforman una actuación de la que nunca debería de sentirse avergonzada, pues Dorothy Vallens puede ser redimible y será ese momento y el del final el que nos hace darnos cuenta que ha valido la pena luchar por ella, algo fuera de lo normal en el rol de la "femme fatale" en el genero noir.
Sí, hay momentos de belleza que hacen que sea más difícil nuestra situación y empatía, de ahí lo poderosa que es ver a Rossellini cantar Blue Velvet, refleja casi como si fuera otra persona, o tal vez quien fuese antes de que una oscuridad mayor la atrapase.



Cuando Frank llega de repente mientras Jeffrey está oculto en el armario, conocemos al violento criminal que la fuerza a cometer depravados actos sexuales que dan para escribir un libro, coaccionada para mantener a su esposo y su hijo con vida. Secuestrados por este sujeto que luego presenta conexiones más grandes con los bajos fondos y el crimen de la ciudad.
Esta es una escena perturbadora e impactante, tanto como las otras en las que vemos a este personaje ejercer su forma de ser en clubs, burdeles y demás entornos, pero aquí Lynch nos obliga echar un vistazo a la persona que es Frank en si mismo, y hay mucho más en este psicópata por como implica un deseo casi incestuoso en los roles que toma. ¡YIKES!



Cuanto más avanza la trama y se vuelve más oscura Lynch presenta más elementos que formaban el estilo narrativo de los sueños que está en muchos de sus trabajos como en Twin Peaks, Blue Velvet no se queda atrás en la marca de David y esta historia está basada en ideas y sueños, no los seguimos literalmente, sino que en el mundo surreal de Jeffrey presenciamos esas imágenes distorsionadas a las que nos vemos expuestos y  relacionamos en sueños, que nunca cuestionamos su extrañeza así es como consigue proyectar el inicio típico de los años '50 como algo irreal (Esto también empieza a reescribir nuestro rol, llegando el público a ser cómplices con Jeffrey del "voyeurismo" nos movemos a una zona de incomodidad al ser testigos de los incomodos conflictos entre Dorothy y él, luego de Frank y sus horrendos sonidos e implicaciones, junto con el desenlace final en el que se nos ha implantado esa "semilla del mal").

Sueños y la posibilidad de que suceda lo bizarro de acuerdo a su lógica, y aquí lo encadena desde que Jeffrey encuentra la oreja, marcando cierta falta de sentido y desorientación que Jeffrey y su barrio fallan en percibir, no porque no sean lo suficientemente inteligentes como para llegar a esa conclusión sino porque no tienen el sentido para explorarlo, o viendo las hormigas en la toma del suelo puede indicar que están corrompidos, bajo esa idea.
Otros personajes parecen también querer decir algo al respecto, uno de los empleados de la ferretería es un afroamericano ciego que se lleva bien con Jeffrey llegando a adivinar siempre el numero de dedos que levanta, su vista no existe pero es capaz de ver o predecir,y trabajar sin ningún problema. Frank siempre que está apunto de llegar a un momento de euforia inhala con una mascarilla una droga que lo vuelve más loco de lo que está, sumado al sentido del gusto y del tacto cada vez que está con Dorothy y le cede el albornoz de terciopelo azul.
Remarco que esto no es un tema mágico o sobrenatural, David Lynch siempre ha empleado estos elementos como pasos a seguir en la lógica de los sueños o del mundo surrealista que le da forma, que nunca solemos cuestionar cuando caminamos por esos pasillos y esas cortinas rojas, y así se señala con Jeffrey y los insectos y más tarde su despertar y lo que ha logrado en contraste de Frank.


Los dos últimos quieren estar atados al color azul que en el mundo del cine pueden llegar a significar paz y tranquilidad, o en este caso sueños y cierta clarividencia sumado a cierta atracción con Dorothy, lo vemos con el ciego, pero también con Sandy en esa melodramática aparición, llegando a reconocer a Jeffrey en una suposición, respondiendo que no sabe cómo pero lo reconoce.
Un sexto sentido en sueños, un sentido premonitorio.
Sandy tomando el nombre de "Sandman" el señor de los sueños, es un personaje muy conectado a la lógica de los sueños, admite que su interés por el caso ha sido alimentada por las ocasiones en las que su padre se ha pasado trabajando largas noches mientras ella  desde niña en el piso de arriba dormía y se imaginaba  algunos de ellos.
David Lynch también toma las imágenes de su vida y de sus sueños y las proyecta en el contexto de la película como ya hemos hablado antes, incluso el propio director rinde cuentas a algunas de las pesadillas más ocultas de su inconsciente en la forma de Frank y el ambiente que genera en este mundo cruel.
Pero no será duradero, en la escena en la que Jeffrey destrozado le confiesa a Sandy todo lo que ha ocurrido con Dorothy y su hijo exclama que no puede comprender por qué pueden existir personas como Frank en este mundo, siendo esta pregunta fuera de la iglesia casi divina, es un extraño mundo pero ¿es cruel apropósito? 



Sandy y Laura Dern en su mejor actuación de la película le cuenta a Jeffrey de un sueño que tuvo en el que el mundo está a oscuras por la ausencia de los petirrojos (Robins en inglés) aves que representan el amor y que su futura llegada creará un resplandor lleno de vida y armonía que formará un gran significado en sus vidas.
Ni que decir tiene que todas las elecciones de música y composiciones de Angelo Badalamenti cumplen el integrarse con el significado de las escenas, pero ésta en cuestión es uno de sus mejores momentos en enlazarlo con la futura esperanza que es el sueño de Sandy, es precioso y sube mucho el aprecio que ambos personajes están creando. Después de todo, Sandy salió de la oscuridad desde su primera aparición, significando también salvación para Jeffrey.

Cuando vimos la oreja y la cámara proyectó la entrada a ese extraño mundo vimos los insectos y como muchos otros os habréis fijado, entrando a un mundo repleto de mentiras y crudezas, y luego Jeffrey se disfrazará de fumigador para entrar en la casa de Dorothy y así echar un vistazo al piso y posibles pistas. Exterminará todo aquello que ha pragmado discordia y asesinato.
Los insectos agrupados en torno a la carne putrefacta simbolizan para muchos mentiras y todo lo que bloquea la percepción del mundo de Sandy, solo cuando desaparezcan volverán los petirrojos y la paz será visible, pero, ¿el mal que rodea Frank en Dorothy y su situación será extinguido realmente como si de una pesadilla se tratase?


El potencial de terror, suspense y thriller que tiene Blue Velvet está en como cada vez que Frank alude que la oscuridad está más cerca, el mundo que percibimos como lo real y lo soñado no parece estar definido en una linea, David Lynch nos niega escondernos en la realidad o separarlo como ficticio en un sueño, remarcando así parte de la temática de El Mago de Oz (1939) una de sus películas favoritas, en la que Dorothy despierta del sueño pero en el fondo el viaje que ha realizado sabemos que era un mundo existente del que libró de la tiranía de las dos brujas.
Puede que personajes como Frank sean difíciles de creer que existan, pero los actos que realizan existen sin dudarlo y la película alude que pese a su estilo de sueño, la verdadera pesadilla será como de real se está volviendo cada vez que nos acercamos al final.


Aquí no podemos separar que los sucesos o los personajes más excéntricos o enigmáticos como Ben sean poco plausibles y por lo tanto irreales, todo existe en un plano del que Lynch nos quita la comodidad de no existir. Estos son criminales y torturadores que nuestra mente y los protagonistas no pueden perdonar, y que en un giro brillantemente escrito, Jeffrey reconoce inconscientemente y luego despierto como parte de él, cuando pega a Dorothy para satisfacer sus deseos.
Este hecho tras la traumática noche con Frank y Ben confirma para Jeffrey que en este extraño mundo hay algo que se siente casi real y aun así separado de la realidad que forma parte de él, y se vuelve aterrador una vez que rememora las palabras de Frank.
Trágicamente nuestro protagonista quien se suponía que debía significarse como el opuesto de Frank es también un personaje con impulsos violentos; sin saber el impacto que tendrá Frank le grita que ambos son iguales y esto pondrá a Jeffrey entre lágrimas una vez rememore su noche con Dorothy o al menos hasta que haga frente esa desconocida oscuridad que estaba en él.



Lynch está siendo muy directo con esto, este dualismo es importante en muchas de sus obras y como ya hemos hablado destaca en gran parte de Twin Peaks y en su película Twin Peaks: Fire Walk with me (1992) obra que vuelve a trazar similitudes con Blue Velvet.

"We all have at least two sides. The world we live in is a world of opposites. And the trick is to reconcile those opposing things. I've always liked both sides. In order to appreciate one you have to know the other. The more darkness you can gather up, the more light you can see too".

Aquí David Lynch sabiendo que Kyle MacLachlan toma en parte el rol como su joven versión de estudiante, añade en la película el verdadero tema de Blue Velvet  que es la dualidad de los personajes, también la vemos en la ciudad de Lumberton  y sus habitantes, recordemos que Frank Booth es llamado por el asesino de Lincoln cuyo nombre está anclado al piso de Dorothy, Frank viene a representar el lado malo de la ciudad que la está matando como vemos luego cuando Jeffrey descubre su piso y el escenario del crimen que parece indicar su participación. Lo vemos en los clubs a los que acude por la noche, lo vemos en Dorothy como lo contrario de la dulce y significativa Sandy y opuestos a esos sitios están la cafetería en donde se reúnen siempre los chicos para hablar de sus progresos a la luz del día.



Esta es una historia en la que Jeffrey debe luchar contra esa oscuridad, contra Frank, conocerse a si mismo y luego tomar una decisión. Cuando abandona la investigación ya está tomada la elección para unirse junto a Sandy, y uno quiere que las cosas funcionen en esa idílica conclusión pero las cosas no salen previstas tal y como indica el momento que impacto a Lynch de pequeño como cierto corrupto personaje que aparecerá en los últimos momentos de la trama.



Hablemos un poco sobre el personaje de Frank Booth y analicemos su psicosis, interpretada por el excelente y tremendo actor que es Dennis Hopper quien trae parte del mundo oscuro de Easy Rider (1969) en su rol.
Frank es uno de los más aterradores personajes que he visto en una película y no solo por su rol en la trama, sino también por lo que Lynch no nos cuenta del personaje, salvo que Jeffrey y él compartirán similitudes que éste ultimo "ve".
Este drogadicto criminal es la personificación oscura de Lumberton, quien la está matando y aún así hay momentos de reflexión en el que el público ve como trata de encontrar apenado la paz azul y tranquilidad que Isabella Rossellini canta en el Slow Club, demostrando que el psicópata no es puramente malvado y aún así es incapaz de tolerar diferencias respecto a bebidas preferidas, relaciones ajenas a él o el silencio y la reflexión de otros personajes a excepción de Ben.
Solo "Pabst Blue Ribbon" y su azul jodidamente bueno.



Ben es un calmado chulo o proxeneta que parece saber como tratar con Frank, llegando a cantar para él y ofrecerle tranquilidad y serenidad como Dorothy hizo antes en el club, pero en el extraño momento en el que canta "In Dreams" Frank parece querer luchar contra el mensaje y lo que le hace sentir, luchar contra la paz que le hace sentir el único personaje al que podría ser su amigo.



Ben interpretado por Dean Stockwell con sutileza y misterio, un personaje pálido, calmado pero también turbador e interesante en un ángulo de curiosidad morbosa, alimentado desde que echamos un vistazo al ojo de la cerradura de esta película. Sigue siendo un personaje con cierta influencia en una bestia descontrolada pero él mismo es otro de su banda que carece de compasión y pena por Dorothy y luego con Jeffrey y como le sacude pese a que el público casi cae en la trampa de que le iba a tratar con respeto.
Mi escena favorita es cuando canta "In Dreams" y tengo cierta historia que traeros al respecto, sobre como Roy Orbinson estuvo en shock y removido por como usaron su canción para traer intranquilidad en una escena llena de drogadictos y torturadores, pero que luego en ese mismo año mientras estaba de tour, al echar un vistazo a la escena y toda la película se dio cuenta de que Lynch conseguir traer a Blue Velvet una nueva dimensión sobre como Ben y Frank buscaban ser ese payaso de colores de Sandman, esa supuesta tranquilidad del azul que no pueden vivir y malinterpretan en su canción.




Al igual que en los '90 Kevin Costner estaba en todas las películas populares que había, Dennis Hopper volvió al ojo del público gracias a su rol en Blue Velvet, siendo una nueva cara para villanos excéntricos y crueles como en Speed (1994), Super Mario Bros. The Movie (1993), en la superproducción de Waterworld (1995)  y muchas otras, siendo su último rol en la vuelta de George Romero con Land of the Dead en 2005.
Hay escenas legitimamente en que Hopper trae comedia y tensión como cuando se encuentra con Jeffrey en el descansillo del piso, hay una tergiversación que es básicamente un chiste pero que no niega la tensión de que Jeffrey ha sido pillado por los criminales que debía de dar esquinazo y que es muy posible que acabe muerto en el transcurso de la noche.
También el grupo está lleno de esa personalidad que le gusta al personaje y al director, con Brad Dourif como Raymond y al genial Jack Nance en el rol de Paul a quien sin duda que se le echó de menos en su rol de Pete cuando Twin Peaks volvió.


Volviendo a la mente de Frank y su cruel fuero interno, Frank es un violento y complejo ser pero solo Jeffrey ha visto que en su privacidad con Dorothy es una especie de niño al llamarse bebe y a ella mamá ("Baby wants to fuck! Mommy") es vulgar y solo sabe decir "fuck", en serio, pero no es ningún momento débil o ridículo, pues Frank sigue siendo un monstruo incontrolable que nunca llegará a sentir esa paz que busca debido a que no es su forma de ser. O al menos la paz del azul.
Es más, viendo el final se podría decir que ha robado esa paz de Dorothy en la forma del albornoz, nunca podrá ganársela pese a que existe dentro de él sentimientos capaces de expresar remordimientos o intranquilidad.


Sigue siendo un drogadicto y un asesino guiada en una actuación impresionante aludiendo Dennis Hopper que está proyectando su experiencia respecto al uso y descontrol de las drogas que tuvo, aunque con los años ha comentado que su oscura exploración no es ni de lejos más cruel que la de otros que hayan vivido. Para mí esa construcción del personaje y su mente, sumado a la oscuridad de la ciudad como algo viviente que se ata a Frank, hacen de esta interpretación no solo una de las más perturbadoras que he visto, sino que creo fuertemente en que este es el rol más aterrador que ha habido en el cine desde que Jack Nicholson interpretó su rol en El Resplandor (1980) lo digo en serio.




Todas las escenas en las que aparece son de agarrarse el corazón pero ninguna me parece más acongojada que el cruel y violento adiós que Frank le marca a Jeffrey. Con "In Dreams" a todo trapo, el beso, la multifacética cara de Hopper que parece expresar ira, horror, y falta de control hacia Jeffrey mientras le pegan y la prostituta de Raymond ajena a lo que sucede se pone a bailar en el techo es simplemente de miedo. Y lo digo muy en serio, parte de aquí se puede ver en lo que seria esa caída al submundo al que Laura Palmer cayó en Twin Peaks que luego Lynch exploraría en su película.


Jeffrey y nosotros descubrimos algunas respuestas a localizaciones del caso, crédito a la actuación de Kyle MacLachlan y su personaje, porque se necesita un valor inalcanzable tomar descaro y pegar a Frank en el que hubiese sido su ultimo paseo y Kyle demuestra una vez más la vulnerabilidad de Jeffrey por proteger y salvar a quienes quieren en una situación asfixiante para el espectador. El vacío de sonido en el valle, el entorno y su falta de iluminación mientras bailan por la violencia es una escena de enseñar por como agarra el suspense y el destino del protagonista, y captan brillantemente con Rossellini lo que seria la reacción del publico de los'80 en general con la película.
Brillante Lynch, ya hemos alcanzado esa oscuridad en toda su magnitud ya solo queda el resquicio final.


El encuentro con una desnuda, violada y torturada Dorothy es suficiente para ponerte en estado de angustia y como esto destruye a Sandy y a su madre cuando sepan que Jeffrey ha mantenido relaciones con Dorothy, ese miedo real que entra en el escenario ahora está en el barrio donde nada malo pueda pasar. Y mientras Jeffrey vuelve al piso de Dorothy una última vez vemos como todos sus esfuerzos, pruebas y fotografías cobran un punto final falso a la historia que aluden como la victoria contra la corrupción de Lumberton. Un final que baja la guardia del espectador y de Jeffrey.
Para mí el encuentro del piso es una imagen llena de horror e impacto, nunca sabremos qué ocurrió ahí, pero Lynch nos deja las pistas para que supongamos parte de ella, puede que cierta traición o puede que Gordon por fin hubiese tomado una iniciativa por ayudar y abandonar el cobarde rol amarillo que señala su rol en dos bandos. El estado de esta escena es frágil y aún así nos trae el falso soporte de que por fin las cosas han terminado.

¡¡PESADILLAS INSTANTANEAS DE VERDAD!!



La razón de que traiga esta ultima escena es para hablar de un detalle en la cinematografía de Lynch que me dejó de piedra, tenemos al cámara Frederick Elmes proyectando tomas en la misma posición durante el día y la noche, creando esa presencia en el ambiente que antes he hablado pero entorno al final podemos ver lo que antes me refería con que adquiere vida, viendo como en la oscuridad de las escaleras del piso de Dorothy vamos viendo nada mientras Jeffrey está en el piso, a alguien acercándose que el personaje no llega a ver hasta el último momento.



¡Esa aceleración de la tensión, o el presagio de que algo malo va a suceder empleando solo el entorno es muy propio de David Lynch! Una vez más, decisivo en crear inseguridad en muchos momentos de Twin Peaks con el semáforo o el bar al que siempre van de vez en cuando.
Como antes hemos hablado, la relación dualista toma forma en la ultima confrontación entre Jeffrey y Frank, Jeffrey finalmente reconoce esa oscuridad, se reconcilia con si mismo y toma su ultima experiencia con Frank para recordar que ha usado los medios policiales de Gordon o El Hombre Amarillo, llegando a usar esa ventaja sobre Frank y poniéndole fin.

Al final Jeffrey toma esa oscuridad y la controla, incluso después de haber puesto fin a una vida tan despreciable como la de Frank, pero de no haberlo hecho hubiese sido el fin de Jeffrey por como Sandy saltó a su rescate y a perdonarle por los sucesos con Dorothy.
Nuestro héroe no ganó a su opuesto simplemente disparándolo, el encuentro de la oreja culminó con Jeffrey reconociendo esa oscuridad que ha estado latente en él, explorando lo suficiente como para entenderla y los actos que impulsan sobre Frank para luego poder rechazarla.

Jeffrey es ahora consciente de lo que vive en su ciudad, en él y en este extraño loco mundo.
Se ve con como capitula con la cámara saliendo de una oreja sana que pertenece a Jeffrey, quien escucha el piar y es despertado con alegría de su siesta, ahora consciente de lo que ha vivido junto a su padre completamente sano, su madre, su tía y al lado de Sandy su madre y el detective Williams. Así nuestro personaje despierta en esa bola de luz que Sandy mencionó antes, ya no está atrapado en la inconsciencia y las pesadillas, y los petirrojos para alegría de Sandy vuelven a aparecer, efectivamente simbolizando el fin y la llegada de esa armonía.



He oido a muchos críticos e incluso personas que conozco y compañeros que creen que la trama es innecesaria para que Jeffrey comprenda lo que es en sí mismo y lo que vive dentro de él, que podría haber sido una exploración y no una investigación al completo de Frank y los chantajes como de su red de drogas y prostitución, pero esta es la cosa, el final no es un final feliz solo para Jeffrey y su familia, lo es también para aquel personaje igual de complejo y torturado como Frank, la bella cantante por fin es reunida con su hijo ahora a salvo, y alcanza la paz del terciopelo azul de las cortinas que ponen fin a una historia bella como profunda. Dorothy es salvada gracias al sacrificio de Jeffrey y ahora ambos crecen en un final que trae solo lágrimas en una película que trae tanto oscuridad como luz.



Chicos Blue Velvet es impresionante, es una de las mejores películas que he visto y sé que puede costar creerlo pero crea que es una cinta bellísima por como explora su mensaje y el mundo en el que es impartido. Lynch provee un guion que es una obra maestra no solo por el uso de imágenes y simbolismo en la historia, tiene muchos momentos llenos de frases que van empujando la trama a la oscuridad y a la esperanza del final que están llenas de tanta emoción y fuerza que se suma a unas actuaciones de primera. Su rol de misterio e investigación en cierto modo rinde mucho homenaje al genial Alfred Hitchcock es más, este rol del dualismo y como uno debe descubrir que lo peor de uno puede estar en las personas menos esperadas alude bastante a La sombra de una duda (1943) por no hablar de los elementos que conformarán la creación de Twin Peaks el uso de la música es apropiado e inmejorable con la participación de Angelo Badalamenti y Julee Cruise y su pacifica y profunda voz cantante con el tema Mysteries of love que recuerda bastante a su tema The world spins querida por todos los fanes de Dale Cooper.
Hay mucha belleza al final gracias a este tema en particular que hace que entres en lagrimas por lo que una acaba de ver y como hay resolución para todos los habitantes de este extraño mundo.

Juro que tiene una de las mejores voces que hayan sido escuchadas, pinchad aquí para la paz máxima.

Lynch se toma muchas molestias en proyectar el lado peligroso de este extraño mundo para recordar que al final no está muy lejos de lo que creemos, pero esa imagen de Dorothy y su hijo abrazados en el parque señala que es posible escapar de él, por lo que esa nota de optimismo en cierto modo está bien situada al final. No pretende remarcar que todo es comer perdices, pero sí que uno es posible de alcanzarlo, ya sea ayudando a otros a salir de el o reconociéndolo y aprendiendo a superarlo.
Los "robins" simbolizan ese sueño capaz de ser real, tanto como las pesadillas que Frank ha hecho pasar sobre Dorothy y Jeffrey quien ahora no es tan inocente como vimos al principio pero eso lo ha hecho mejor persona al final.
Al igual que ocurre con Jeffrey, Blue Velvet se ha quedado grabada en mi pecho incluso tiempo después de haberla visto como ha pasado con muchas personas, ¿pero por qué?
Es su historia, aunque parezca ser una versión más adaptada de cualquier cinta noir de los años '50 su historia es algo mucho más grande, esta es una experiencia casi como con todas las obras de David Lynch que nos provocan horror, repulsión, y el tema subjetivo y surrealista conforma una sensación a lo irreal pese que lo que vemos podría ocurrir en cualquier sitio.

Pero somos capaces de superarlo, confrontarlo y mejorar, corred las cortinas y echemos un vistazo al tranquilo cielo que forma parte de este extraño mundo. Dorothy es un ejemplo de esto, encontrando al final lo que más deseaba al otro lado del arco iris, y su paz comienza a formarse después de tantas penurias gracias a Jeffrey.



En definitiva, esta es una cinta que recordará que la polémica de su época se debe a su impactante historia con imágenes que llaman a la mente, aluden lo enigmático, lo suntuoso y lo eróticamente peligroso que encapsula muchas de las ideas de Lynch y su forma de contarlas a través del propio arte que es el cine noir en el que tan bien se maneja.
Esta obra una vez entregada al público determinaría mucho para Lynch, como hemos resaltado durante toda la crítica el uso de ese lado oscuro en la ciudad, el dualismo y el como cobra vida esa oscuridad como si de un personaje se tratase, serian los temas de los que Twin Peaks hablaría  y desarrollaría.
Poco después de Blue Velvet Lynch mantendría una relación con Isabella Rossellini el cual se veía a un kilometro, y volvería a influenciarlo en la creación de Laura Palmer.

Literalmente es una relación entre un artista y la musa a la que profesa su amor y sus pensamientos.

Vaya película. Con esto ponemos fin al largo análisis de hoy, espero que os haya gustado, pese haberme ido por las ramas no he tenido tiempo como para filtrar muchos de los detalles que quería organizar antes, pero eso se puede ir arreglando al tiempo.
Hasta entonces espero que la disfrutéis y echéis un vistazo a una de las más queridas películas de este hombre. Es agradable ver el regreso de estos actores para celebrar el logro y éxito de Lynch en recibir su Oscar honorífico y más aún ver como poco a poco se vuelven a revalorizar sus películas.
Es más, Roger Ebert volveria a darle una oportunidad y parece ser que se hizo justicia en cierto modo.

Para ver la introducción dada por los geniales Kyle y Laura darle al enlace

Bueno, es hora de despedirse, nos vemos en la próxima entrada en marzo, con un poco de suerte tal vez la suba antes a finales de febrero pero hasta entonces pasad un buen día y como no, sugerencias para más obras del gran David Lynch.
¡Hasta otra lectores!

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